Cocinando con carbón

Aunque sea con esas briquetas que quien sabe cómo las hacen y que venden en los supermercados para dar gusto a esos gourmets. No, con seguridad que no se refieren a ellos.Unas entidades que se llaman en los Estados Unidos Institutos Nacionales de Salud (NIH, por su nombre en inglés), aseguran...

Aunque sea con esas briquetas que quien sabe cómo las hacen y que venden en los supermercados para dar gusto a esos gourmets. No, con seguridad que no se refieren a ellos.Unas entidades que se llaman en los Estados Unidos Institutos Nacionales de Salud (NIH, por su nombre en inglés), aseguran que esos dos millones de muertes cada año se producen por enfermedades pulmonares o cardiacas de quienes cocinan con carbón o con leña ¡porque no tienen otra forma de cocinar!Se están refiriendo a los países “pobres”, por supuesto. A los del África y a los de su antiguo patio trasero sudamericano, donde efectivamente son millones los hogares que no tienen otra alternativa que utilizar carbón o leña. Eso cuando la consiguen, porque en Haití, tan próxima a Washington pero tan diferente, ya acabaron hasta con la leña, Allí el problema es mayor: es hambre.Son informaciones que reproduce la prestigiosa revista científica “Science” y que con seguridad conocen y leen muchos de los que ahora posan como fanáticos ecologistas y están vinculados a alguna ONG. Esos mismos que se disgustarán si no utilizan carbón para su barbecue.El estudio publicado en Science dice que en el mundo tres mil millones de personas utilizan carbón o leña para cocinar sus alimentos ¡tres mil millones! Muchas de esas personas deben estar sobreviviendo en Bolivia, que, por cierto, prepara viaje de su presidente (o por lo menos de un ministro) a la primera cumbre de países exportadores de gas natural, que se realizará el 15 de noviembre en Doha, Qatar. Allá en el África. ¿Se les ocurrirá allá analizar esas informaciones de los NIH y de la revista Science? Permítasenos dudarlo.Porque ayer nomás, en estas mismas páginas publicábamos un informe de la Agencia Internacional de la Energía (de los Estados Unidos, por supuesto) confirmando que “el aumento del consumo energético en los países en desarrollo no beneficiará a los más pobres”. En uno de esos informes la agencia estima que en el mundo en desarrollo hay alrededor de 1,3 mil millones de personas que no tienen acceso a la electricidad y 2,7 mil millones que no acceden a fuentes limpias para cocinar (esto es, que solo cuentan con biomasa utilizada en cocinas ineficientes y contaminantes). Informa también que para el año 2030, “con optimismo” aún habrá mil millones de personas sin acceso a la electricidad y se mantendrán los 2,7 mil millones sin acceso a fuentes de cocción.Pero,  como es domingo, no creemos que eso realmente les importe a quienes disfrutarán hoy de sus parrilladas aquí o de sus barbecue allá.  Bon appetit.

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