Sobre legislación energética

No tardaron algunas críticas a mi correo electrónico y aquellos emails no tan atentos de los que continúan creyendo que la “nacionalización” fue “importante” y que “resolvió” el problema energético boliviano. Insisto lo que dije en la entrevista y que siempre reitero en ésta...

No tardaron algunas críticas a mi correo electrónico y aquellos emails no tan atentos de los que continúan creyendo que la “nacionalización” fue “importante” y que “resolvió” el problema energético boliviano. Insisto lo que dije en la entrevista y que siempre reitero en ésta columna: el Órgano Ejecutivo está en la obligación de acabar con la incertidumbre en el sector energético y de una buena vez debiera dar a conocer públicamente su proyecto de Ley de Hidrocarburos si es que tienen alguno. El instrumento legislativo más importante para el desarrollo económico boliviano está postergado. En vez de ello los dirigentes del régimen estatal están empeñados en llevar adelante la carretera interdepartamental Cochabamba-Beni que partiendo en dos la zona indígena TIPNIS (Territorio Indígena del parque Nacional Isiboro Sécure) contribuirá a reducir nuestra capacidad de ser un país con parques naturales. En vez de pelear tanto con los indígenas los dirigentes estatales debieran mostrarnos cuál es su proyecto de Ley de Hidrocarburos para consensuarlo con regiones productoras, sectores académicos, sociales, empresariales y debatirlo en el Parlamento de una buena vez. Esa carretera no es importante al lado de lo que podría ser un proyecto bien elaborado de industrialización a escala de gas natural. Son cinco años que están (mal) administrando el país y hasta la fecha siguen apoyados en una ley sectorial de un anterior gobierno. Con toda su artillería legislativa y política no pudieron (porque no deben querer) nunca aprobar una legislación energética adecuada. Tampoco es soberbia recordar -y son testigos mis amables amigos lectores- que desde 2006 se viene sugiriendo al Legislativo y al Ejecutivo la urgente discusión de una ley sectorial de Hidrocarburos y la conformación de un consejo ciudadano de notables profesionales, técnicos, empresarios, dirigentes y conocedores del tema para asesorar a ambos poderes del Estado en la formación de las políticas públicas en energía.Otros amigos me han dicho -en tertulias de amistad- que pareciera que repito mucho el tema de la Ley de Hidrocarburos. A ellos les reitero que es importante que el país cuente con una norma moderna y acorde a las necesidades y que es deber de todos los bolivianos promover su debate y deliberación. A los más escépticos les digo que no se preocupen que el país tenga “pocas reservas”: muy poco del territorio está explorado, falta mucha inversión en el tema y cuando hayan los escenarios adecuados con inversión y nuevas tecnologías se podrá inclusive tener certificación de reservas modalidad “shale gas” y otros reservorios que hemos comentado en las dos columnas anteriores. Fue importante además -aquí el ego me traicionó- leer la noticia de ANF que señaló de manera precisa que fui “uno de los primeros analistas académicos del país en reclamarle a las autoridades estatales la urgencia de debatir y deliberar una nueva Ley de Hidrocarburos desde 2006, cuando sugirió públicamente que el Presidente convoque a un consejo ciudadano de notables técnicos en energía e hidrocarburos pata que asesore al Legislativo en la redacción de una ley tan sofisticada y especializada como la del sector petrolero”.La reflexión a los ciudadanos académicos, investigadores, dirigentes sindicales, sociales, docentes, senadores, diputados y otros interesados en desarrollo económico y que leen ésta columna es muy simple: el camino de la reducción de la pobreza boliviana y de la generación de industrias de valor agregado es a través del gas natural y para ello se requiere de un nuevo marco normativo legislativo.Vamos a seguir insistiendo en el tema, con respeto y sin amedrentarnos.*Máster en administración, consultor del sector privado.

Más del autor