Las peores alcaldías

La opción del enfrentamiento y del avasallamiento que se alienta desde los discursos fue completada esta semana con la actitud de las autoridades. La Ministra de Autonomías Claudia Peña seguramente no tiene ningún cariño por esta ciudad o tiene miedo, o compromisos políticos. En todo caso...

La opción del enfrentamiento y del avasallamiento que se alienta desde los discursos fue completada esta semana con la actitud de las autoridades. La Ministra de Autonomías Claudia Peña seguramente no tiene ningún cariño por esta ciudad o tiene miedo, o compromisos políticos. En todo caso su actuación ante los ataques violentos contra el territorio paceño fue insuficiente, casi cómplice. ¿Habría actuado tan pasiva si los seudo habitantes de las villas o de San Julián tomaban Equipetrol o la Monseñor Rivero en Santa Cruz para lotear terrenos?Es una lástima porque el estropicio llega anunciado y no habrá fuerzas para detenerlo, ni siquiera las públicas. Cuando se desatan los demonios de la angurria y del atropello, cuando se ensayan con turbas, más tarde nadie es capaz de retornar las aguas a su cauce. Así lo muestra la historia continental, nacional y local.La amenaza sobre La Paz es real y próxima. Seguramente detrás hay intereses de loteadores, incluyendo los de camisa blanca que se benefician con el desorden. El rostro de primer plano lo ponen los alcaldes, concejales y el griterío la muchedumbre o dirigentes de organizaciones campesinas.Las estadísticas y los informes institucionales nos muestran que las tres alcaldías que quieren descuartizar nuestra ciudad son las de peor desempeño desde la dictación de la Ley de Participación Popular en 1994. El primer tema es la ingobernabilidad; por ejemplo, el caso de Palca es que más expedientes tiene en el Tribunal Constitucional, cuando éste órgano funcionaba. Mecapaca cambia alcalde cada año. Actualmente funciona precariamente la gestión de Gustavo Patty Quillo, que no fue el ganador en las elecciones del año pasado; la lista es larga.El segundo tema es la corrupción. Se pueden revisar los informes de la Contraloría de la República, de las antiguas entidades relacionadas con municipios, de organizaciones de la sociedad civil que apoyaban el desarrollo municipal o reportajes de prensa. La lista es larguísima.El tercer tema es la incapacidad. Mientras otros municipios agrarios son ejemplo y ganan premios por su ejecución, como el potosino Toro Toro, el orureño Curahuara de Carangas o el cruceño San Julián, estas tres alcaldías son patéticas.Ir por Palca, recorrer la antigua laguna y el paisaje con el Illimani de fondo es un drama de suciedad, calles destrozadas, rutas que no invitan a ningún turismo. Achocalla se hunde en el basural que no puede controlar, menos la calidad de sus locales.Mecapaca no tiene ni carro basurero. Los niños del municipio respiran heces y van al colegio en medio de perros muertos, ríos estancados hediondos. El propio edificio municipal se cae a pedazos, en sus salas se acumula el desorden.Ese será nuestro futuro. Dentro unos años veremos tristes- por lo menos algunos- convertida a la piscina pública de Mallasa- la única al alcance de jóvenes alteños y de barrios pobres-  convertida en un muladar, algunas casuchas en los alrededores. Quizá se dé en meses o- como amenazan- en ¡48 horas!

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