El FMI y lo “inminente”

Porque ahora sucede que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde, en una entrevista se ha referido al riesgo de una recesión global “inminente”.Hay que contradecir a la sucesora del escandaloso Dominique Strauss Kahn y replicarle que lo único que...

Porque ahora sucede que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde, en una entrevista se ha referido al riesgo de una recesión global “inminente”.Hay que contradecir a la sucesora del escandaloso Dominique Strauss Kahn y replicarle que lo único que muchos vemos “inminente”, es la desaparición del Fondo Monetario Internacional y de otras entidades operadoras de la macroeconomía global, porque lo han hecho tan mal, empeñados en imponer el modelo capitalista en todo el planeta, que lo tienen arruinado y agonizante.Los instrumentos para esa desastrosa gestión fueron principalmente los mercados financieros internacionales, globalizados, que son los que también tienen que desaparecer o ser totalmente repensados, porque son sus “burbujas” las que deformaron la macroeconomía y la llevaron a su antinatural situación actual.Porque el FMI no es un sistema “natural”, sino uno creado en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos, en 1945. Sus estatutos declaran como objetivos principales la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza. No lo ha hecho. Al contrario.Ahora, ofendiendo la más elemental inteligencia e inclusive a varios premios Nobel, los “profetas del desastre” insisten en que no hay alternativa a los negros vaticinios del FMI y sus escasos beneficiados del establishment, que es un término inglés usado para referirse al grupo dominante visible o élite que detenta el poder o la autoridad. O sea un cerrado grupo social que selecciona a sus propios miembros y tiene estructuras específicas de élite arraigadas en instituciones específicas.La política sin alternativa es ella misma, y por sí misma, y por eso mismo, una amenaza a la pervivencia de la democracia en Europa, como acaba de advertir el premio Nobel de Economía Amartya Sen, quien sostuvo que la sola idea de una austeridad fiscal “expansiva” es “una ignorante ilusión nacida de la destrucción de la teoría macroeconómica acometida por académicos a sueldo y cabilderos varios en las tres últimas décadas”.Por eso son imaginables no solo la Renta Básica Universal, sino nuevos modelos del Estado de Bienestar, tan ferozmente combatido por los gladiadores del capital, pero finalmente una alternativa sensata al actual perverso modelo agónico.Imaginables, sin embargo, no significa de ninguna manera “fáciles”, pues, al contrario, este final de era puede resultar especialmente cruel y difícil, especialmente para nosotros, los insubordinados que tenemos propósitos fundantes.Por eso es que tenemos que estar alerta.

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