De Eva a Evo: ¿Del paraíso a la destrucción del TIPNIS?

pero que por los designios desobedecidos, ambos, serían expulsados de ese vergel del paraíso. De esta manera se ha establecido por los siglos que el pecado original signará el comportamiento de los seres humanos. Ahora bien, este mito podría ser entendido desde varias lecturas, pero lo que ...

pero que por los designios desobedecidos, ambos, serían expulsados de ese vergel del paraíso. De esta manera se ha establecido por los siglos que el pecado original signará el comportamiento de los seres humanos. Ahora bien, este mito podría ser entendido desde varias lecturas, pero lo que  me interesa destacar en esta oportunidad, son dos visiones que están estrechamente asociadas. La idea patriarcal y la necesidad de someter a la naturaleza a las necesidades del individuo.Obviamente, en el discurso gubernamental a propósito de la construcción de la segunda fase del camino Villa Tunari- San Ignacio de Moxos que tendría que traspasar por el TIPNIS, están presentes ambos discursos. Por un lado, esa reproducción del discurso del mito del “Buen Salvaje” que, entre otras cosas, está aderezado por chistes de cuño machista de parte del Presidente del Estado Plurinacional que  abrió un escenario de confrontación innecesario con el conjunto de la población femenina; pero que en el fondo es un indicador insoslayable de la presencia de aquel código cultural tan arraigado en el imaginario patriarcal, y por lo tanto, colonialista,  vinculado a ese discurso dicotómico de percibir a los indígenas del TIPNIS casi inocentes,  que se oponen a la carretera, y casi estigmatizándolos como los enemigos del progreso nacional.  Y, por otro lado, articulado al anterior, está aquel imaginario asociado a la visión extractivista de occidente de someter de manera inclemente a la naturaleza en “nombre de la civilización”. No es casualidad, que  en el curso de la Cumbre en Tiquipaya, la verdadera  interpelación a la modernidad emergía de las propias organizaciones indígenas/campesinas no solo por la “rebelde” “mesa 18” convocada por el CONAMAQ que ya advertía la responsabilidad de cuestionar a los regímenes Latinoamericanos denominados populares y a la lógica depredadora y consumista del desarrollismo y del neo extractivismo. La persistencia de que la carretera se construye si o si, es un reflejo contundente de esta visión moderna.¿Pero, que hay en el fondo de esta discusión en torno al TIPNIS? Por un lado, la necesidad de Brasil de consolidar su liderazgo económico a partir de tener un acceso rápido que una al Atlántico con el Pacífico,  es decir, la consolidación de la economía brasilera en el contexto del capitalismo. A nivel interno, la necesidad de extender el dominio de la tierra por parte de algunas organizaciones aliadas a la actual estructura gubernamental como los ex colonizadores hoy conocidos como “comunidades interculturales” y de los propios cocaleros. Esta sujeción de la naturaleza en nombre del progreso y  su política extractiva son muestras  inequívocas de la gestación de esta narrativa moderna. Cuidado que esos sueños de la modernidad aurocéntrica se conviertan en monstruos, para eso es necesario escuchar a los que han vivido toda su vida en armonía con la naturaleza: las y los indígenas que están gritando frases desesperadas  hacia lo alto como  pututus andinos  que con sus antiguos lamentos al aire y ejecutando danzadas cabriolas están presagiando el cataclismo de la humanidad a raíz de la hecatombe ambiental.* Yuri F. Tórrez Sociólogo y Coordinador del Área de Investigación  Del Centro Cuarto Intermedio www.uramanta.org / [email protected]

Más del autor