Por qué se indignan

Una frase de los indignados muestra en forma casi gráfica el principal motivo de la indignación: “cuando ves que tú has votado unas cosas y se hacen otras, te entran dudas razonables acerca de si la democracia tiene que ver con la voluntad popular”.De eso existen testimonios no solamente...

Una frase de los indignados muestra en forma casi gráfica el principal motivo de la indignación: “cuando ves que tú has votado unas cosas y se hacen otras, te entran dudas razonables acerca de si la democracia tiene que ver con la voluntad popular”.De eso existen testimonios no solamente en la ahora zarandeada Europa, sino en todo el mundo. Y muchos bolivianos nos sentimos incluidos.Aunque fue un escrito de un veterano luchador de 93 años el detonante para la indignación, han sido los jóvenes quienes le han dado fuerza a esa inconformidad social. Jóvenes que con más de cinco años de estudios universitarios, con maestrías e inclusive con doctorados, hablando varios idiomas, no logran acomodarse con decencia en este sistema que privilegia a los mercados por encima de los seres humanos.Esos jóvenes, en España con más notoriedad pero en todas partes se levantan contra la falta de respuestas convincentes frente a la depresión económica y social que golpea Europa desde 2008, desencantados por la clase política y frustrados por un futuro oscuro.“Todos en Europa buscamos lo mismo. Más libertad, más democracia, menos corrupción, políticas orientadas a los ciudadanos y no a la clase financiera y política. Por encima de las fronteras está el sistema financiero. Ha llegado la hora de que los ciudadanos se globalicen, igual que ya lo hicieron las empresas”.Y es que las cifras no son para nada alentadoras. En España, 40 por ciento de los jóvenes no tienen empleo; en Grecia son más de un tercio. Las deudas públicas en Portugal llegan a 70 por ciento del PIB, y el crecimiento en Europa sigue estancado. Para enfrentar la profunda crisis, las únicas respuestas de los gobiernos han sido recortes de gastos públicos, privatizaciones masivas de los servicios públicos, medidas drásticas de austeridad y flexibilización laboral.Una vez más, frente a la crisis, Europa vuelca los ojos hacia “tierras hóspitas” y de ellas la que más honor le hace a la hospitalidad es América. Durante décadas la corriente migratoria dominante y casi excluyente fue de aquí hacia allá. Muchos americanos se fueron a Europa, a España principalmente, buscando mejores horizontes. No todos fueron bien tratados, para muchos “sudacas” fue una durísima experiencia.Ahora la corriente ha comenzado a invertirse. Muchos europeos están programando venirse a estas tierras, como lo hicieron sus abuelos y bisabuelos en crisis del pasado. “Hospitalidad significa literalmente “amor (afecto o bondad) a los extraños”. El significado principal se centra en un anfitrión que da la bienvenida y responde a las necesidades de las personas que se encuentran temporalmente ausentes de sus hogares. América ha sido siempre y siempre será tierra hospitalaria.

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