Un separatismo interesante

Estados Unidos nació como resultado de una revolución secesionista de las colonias en contra del todopoderoso Imperio Británico. Entonces, la secesión está en su espíritu en su esencia y no resulta nada extraño que esté resurgiendo. Un sicólogo explicaría con facilidad ese gusto que...

Estados Unidos nació como resultado de una revolución secesionista de las colonias en contra del todopoderoso Imperio Británico. Entonces, la secesión está en su espíritu en su esencia y no resulta nada extraño que esté resurgiendo. Un sicólogo explicaría con facilidad ese gusto que tienen allá a referirse a su propio país como “la Unión”. Se puede estar “proyectando” el recelo de que la unión no sea tal, sino solamente un deseo. En fin, hay mucho donde especular.Pero no están especulando quienes consideran que la ley antiinmigrante SB 1070, causante del descontento entre miles de residentes en Arizona, inspira hoy un movimiento secesionista que pretende dividir el sureño estado de la Unión. El proyecto intenta demostrar que no todos los habitantes de ese territorio están conformes con las decisiones del gobierno estatal, en especial con la polémica ordenanza promovida por la actual gobernadora republicana, Jan Brewer.Los partidarios de la secesión consideran que “la indignación es tal” que la única solución es crear su propio estado: Baja Arizona, para lo cual dan los primeros pasos legales.“No solo se trata de la SB1070, que ha dado a entender que todos los habitantes de Arizona somos racistas, son muchas otras leyes y normas extremas las que han provocado nuestro cansancio. Ya es suficiente”, expresó un abogado demócrata Paul Eckerstrom.Pero no es el único movimiento separatista. Tras siglo y medio, parece renacer de nuevo el espíritu secesionista sobre el que se fundó EEUU. La intensa crisis económica y financiera que vive el país y algunos puntos polémicos del programa electoral de Obama están provocando las ansias de soberanía por parte de algunos congresistas estatales. Los rescates públicos y el creciente endeudamiento vienen acompañados de una nueva oleada intervencionista en el ámbito económico y, por lo tanto, es visto como una amenaza directa a los derechos fundamentales de todo individuo, tal y como defiende su Constitución.Es algo que debe ponernos a pensar seriamente. Porque se está produciendo al mismo tiempo que renace el espíritu de verdadera unión de naciones. Aquella unión que con tanta vehemencia expresara Simón Bolívar y con tanta fuerza defendiera, al principio infructuosamente. Ahora son esos frutos los que se están comenzando a ver. Un poco con Alba, un poco con Mercosur, otro poco con Unasur. Quizás ninguno de los proyectos pueda aún considerarse consolidado.  Pero ahí están: Moviéndose.Están vivosNo es hora aún de triunfalismos, porque así como la Patria Grande nos ilusiona a millones, de americanos estamos seguros que también “asusta” a otros americanos, a los del norte.Porque la secesión allá y la unión aquí serán, realmente, el inicio de que para América comenzó una nueva era.

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