En Unasur con Paraguay

A menudo no entendíamos qué querían decir algunas de esas palabras en idioma guaraní. Pero eso no importaba. ¡Sonaban tan dulces!Cuando no existía esa posesiva caja negra con imágenes, sino solamente una “radio” a muchos nos da la impresión de que nos comunicábamos más. Y mejor.Esas nostalgias adolescentes vuelven al enterarnos que es muy probable que, áridas negociaciones políticas mediante, el Paraguay ratifique su pertenencia a la Unión de Repúblicas Sudamericanas, Unasur. Eso es lo ideal, pero por encantador que sea el Paraguay, allí también, como en todas partes, se cuecen habas, es decir existen personas reacias, reticentes a algo tan obvio como la unión de nuestra repúblicas hermanas. Con el Paraguay compartimos, también, la condición de mediterraneidad, aunque a ellos no les arrebataron a sangre y fuego sus costas, como sí hicieron con nosotros.Precisamente a esa condición se refería un ministro paraguayo en forma muy gráfica: “Peor que la mediterraneidad geográfica de un país es la mediterraneidad mental, manifestó el ministro de Defensa Nacional, Cecilio Pérez Bordón, en relación a que Paraguay aún no es miembro pleno de la Unasur.El funcionario fue consultado sobre la situación que se da en la Unión de Naciones Suramericanas, de la que el Paraguay participa, pero aún no es miembro pleno. La aprobación o no de que Paraguay país forme parte del bloque de 12 países suramericanos depende de su Cámara de Senadores.Pérez Bordón recordó que el Paraguay firmó el acta de fundación de la Unasur y que es invitado a participar en todas las reuniones. “Participamos prestando nuestras opiniones en todo eso y especialmente en la parte del área de defensa, en el Consejo de Defensa Sudamericano. Nosotros participamos dando nuestra opinión de qué es lo que conviene al Paraguay”, expresó.Al decirle que efectivamente Paraguay participa, pero sin voz y sin voto, el ministro replicó:  “Sí, sin voz y sin voto. Pero somos invitados a participar justamente como país soberano y como parte de Sudamérica. Recordemos que somos un país mediterráneo. Imagínense la capacidad, la oportunidad que nos darían poder intervenir con 12 naciones, con 12 países, todos juntos, todos integrados. Yo especialmente manejo la premisa de que  peor que una mediterraneidad geográfica es la mediterraneidad mental. Muy claro el ministro Pérez Bordón. Y muy directo. Es muy deseable que criterios como el suyo se impongan y venzan a esas voces aisladas (pero de ninguna manera débiles) que todavía, con argumentos mezquinos, se oponen a que Paraguay consolide su estancia en Unasur.Para que así se vaya consolidando la integración, hasta llegar a la anhelada Patria Grande.