Un morboso escándalo

Nos estamos refiriendo, por supuesto a “Dominique Strauss-Kahn, director-gerente del Fondo Monetario Internacional, a quien le tocó ser el personaje más mentado en todo el mundo la semana pasada.Lo que casi todos los medios han comentado es que el jerarca del FMI fue “bajado del avión” por la policía, cuando estaba a punto de viajar a París, desde Nueva York, donde había estado en” un una evento acerca de la economía mundial en Washington”.El “otro evento”, por el cual lo bajaron del avión fue mucho más llamativo, sin duda. Lo relató una mucama y lo publicaron así: “Una camarera de 32 años dijo a las autoridades que entró a la suite de Strauss-Kahn en el lujoso hotel Sofitel cerca de Times Square, en el centro de Manhattan, y él la atacó”.Según la declaración de la mujer a la policía, Strauss Kahn salió desnudo del baño, la persiguió por un pasillo, la arrastró a un dormitorio donde intentó atacarla sexualmente. Ella dijo que logró soltarse, pero él la arrastró a un baño donde la obligó a realizar sexo oral y trató de arrancarle la ropa interior. La mujer pudo escapar y denunciar lo sucedido al personal del hotel, que inmediatamente llamó a la policía.Sin embargo, no es solamente eso lo extravagante y obsceno.El hotel en el que el jerarca de la economía global estaba en un hotel que cobra 3.000 dólares la noche de hospedaje. Más de 21.000 Bolivianos que, por supuesto, no salen del bolsillo de Strauss Kahn, sino que son parte de los multimillonarios gastos de sostenimiento esas “instituciones de Bretton Woods” FMI y Banco Mundial, cuya utilidad función es nula, cuando no es francamente negativa.Muy pocas familias en Bolivia (o en cualquiera de los otros países “miembros” de esas organizaciones), podrían decir que ganan ni la tercera parte de esos 3.000 dólares en un mes de duro trabajo (cuando trabajan honradamente, por supuesto).El atrabiliario jerarca financiero ha negado las acusaciones,. Pero difícilmente negará los escandalosos costos de su asistencia a “eventos”.Con razón profesionales de reconocido prestigio, como Joseph Stiglitz, que además han estado dentro de esas “instituciones” no tienen empacho en denunciar su inutilidad y sus excesos.Joseph Eugene Stiglitz es un economista y profesor estadounidense, que recibió el Premio Nobel de Economía en el 2001Es conocido por su visión crítica de la globalización, de los economistas de libre mercado (a quienes llama “fundamentalistas de libre mercado”) y de algunas de las instituciones internacionales de crédito como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Stiglitz fue durante el año 2008 el economista más citado en el mundo. Vale la pena volver a leerlo, especialmente en “El malestar de la globalización”. Les invitamos a leerlo.