La “orejeada” del verdadero jefe

El Ministro de Economía y Finanzas Luis Arce Catacora, conocido en Tarija por confiscador de recursos departamentales, no tiene ninguna moral para exigir eficiencia cuando el Gobierno Nacional tiene niveles de ejecución presupuestaria más bajos que los gobiernos sub nacionales; pero además,...

El Ministro de Economía y Finanzas Luis Arce Catacora, conocido en Tarija por confiscador de recursos departamentales, no tiene ninguna moral para exigir eficiencia cuando el Gobierno Nacional tiene niveles de ejecución presupuestaria más bajos que los gobiernos sub nacionales; pero además, porque una de las razones estructurales de la baja ejecución en todo el país, tiene que ver con la mayor centralización y burocratización de la administración presupuestaria y de la inversión pública, asunto que el Ministro Arce Catacora no supo cambiar ni resolver en 5 años. Las normas “neoliberales” y centralistas de administración de la inversión y el gasto público siguen vigentes y la dependencia del nivel nacional ahora se ha profundizado con lo establecido en las Leyes Financiales y en la propia Ley Marco de Autonomías. Pero además Ministro, como está la economía nacional?, dedíquele más tiempo a resolver su propia crisis.La interpelación ciudadana se hace cada vez más fuerte por la inmovilidad de la gestión pública del interventor Lino Condori al mando de la Gobernación de Tarija y ello se explica por una serie de razones que no cambiarán con el sermón del Ministro: el asalto institucional que implicó una masacre blanca, la bochornosa disputa por pegas; la decisión política de paralizar las obras estratégicas a pesar de que el Art. 65 de la Norma Básica de Contratación de Bienes y Servicios considera la posibilidad de contratar por excepción aquellas obras que se hayan resuelto contractualmente y que tengan proceso judicial en curso; la judicialización de la política que penaliza a la administración pública; los ejercicios inútiles de reestructuración de la Gobernación; las indefiniciones sobre las normas a aplicar en materia de contrataciones y manejo de las entidades desconcentradas (Ley 007) y la completa improvisación de una gestión transitoria o interina.En este marco, el presupuesto departamental difícilmente se efectivizará y la economía y el proceso de desarrollo departamental se verá afectado negativamente por una intervención institucional y política de la Gobernación que -a pesar de la ayuda nacional- no da a la talla de la responsabilidad histórica que hoy tiene, de administrar y ejecutar el mayor presupuesto de la historia del Departamento.Pero ante un Ministro sin moral para hablar del tema y una gestión de la Gobernación incompetente, el hecho más grave vivido el pasado jueves, ha sido la realización de un acto simbólico de humillación pública a la autonomía departamental y a sus actuales administradores. Este hecho nefasto ha confirmado lo que todos sabíamos: la intervención de la Gobernación la ejerce en la práctica el Gobierno Nacional y el MAS. Ellos tienen el control, no solo porque las decisiones principales se toman en el palacio quemado en La Paz, sino que además ahora, una procesión de ministros, viceministros y otros, se creen con la potestad de administrar directamente la autonomía departamental y ejercer autoridad en ella sin sonrojarse, dándose incluso el lujo de venir a retar públicamente a sus vasallos, provocándonos en nuestro propio salón de actos.No solo es un reconocimiento a la incapacidad de gestión de la intervención a cargo de Condori, es la verificación objetiva que a pesar de una autonomía conquistada y con un Gobierno Departamental elegido, en la práctica hemos retrocedido históricamente de manera que nuestras decisiones, nuestro destino, nuestros recursos, nuestra administración las decide el Gobierno Central. Es el mejor momento del centralismo contra Tarija, no solo que se somete políticamente al Gobierno Departamental, sino que además el acto de subordinación con torpeza se hace público, sin guardar ni las formas.Este es el resultado de tener una Gobernación al servicio del centralismo, sin personalidad ni capacidad propia. Hasta cuando la autonomía va a estar manejada por personajes serviles en lo político e incapaces y mediocres en la gestión pública?. Nos merecemos este destino en nuestro mejor momento de ingresos fiscales?.

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