Periodistas en búsqueda de chivos

En la práctica ritual de los antiguos judíos, el sumo sacerdote, purificado y vestido de blanco para la celebración del Día de la Expiación (purificación de las culpas por medio de un sacrificio) ponía las manos sobre la cabeza del animal elegido, al que se le imputaban todos los pecados y...

En la práctica ritual de los antiguos judíos, el sumo sacerdote, purificado y vestido de blanco para la celebración del Día de la Expiación (purificación de las culpas por medio de un sacrificio) ponía las manos sobre la cabeza del animal elegido, al que se le imputaban todos los pecados y abominaciones del pueblo israelita. El chivo expiatorio era -el macho cabrío que el sumo sacerdote sacrificaba por los pecados de los israelitas; o también -la persona sobre la que se hacen recaer las culpas que comparte con otros. De igual manera, el mito del chivo expiatorio está presente en la mitología de las sociedades  ya que sirve para expiar las culpas de éstas. Ahora bien, este mito que está presente en las sociedades contemporáneas es vehiculizado (o reforzado) por los mass medias. En rigor, el tratamiento periodístico de (algunos) medios  consciente (o inconscientemente) coadyuva a la búsqueda de chivos expiatorios. Particularmente, en aquellos temas relacionados a la delincuencia juvenil donde más allá de brindar los elementos contextuales de las noticias asumen el camino más fácil y resbaladizo de juzgar a priori, por ejemplo, a los jóvenes involucrados en casos de delincuencia. En una revisión minuciosa del tratamiento de las noticias relacionadas al caso rimbombante  en torno a Sergio Arce (ex miembro de la pandilla Mara Salva trucha) conocido como “Lucifer” (con toda estigmatización que conlleva este denominación satánica), da cuenta que no existe un cruce de fuentes periodísticas; no hay testimonios; ni entrevistas al principal involucrado y tampoco a sus familiares; empero, existen noticias donde se da cobertura a los familiares a las víctimas del homicidio doble o la Fiscal del caso que como era previsible aclamaban “justicia” para el presunto autor de este doble homicidio acontecido en las puertas de una discoteca cochabambina inclusive luego aparece Sergio Arce en  un reportaje con un título “Historias de la vida intima de delincuentes en la cárcel” que merece ser estudiado para una tesis en comunicación por las faltas de rigurosidad periodística que está presente en la nota. En una confesión off de record, la jueza de ese caso decía que la condena de 20 años de reclusión era demasiada; pero la misma fue adoptada por los jueces ciudadanos probablemente influenciado por la resonancia mediática sobre el caso.      La experiencia de la construcción mediática del chivo expiatorio ha demostrado que  la exacerbación de los miedos hace que  la sociedad de hoy sea incapaz de remendar por ella misma, su propia convivencia social ya que como dice el escritor y periodista peruano, Santiago Roncagliolo “las prisiones son buenos lugares para conocer un país, porque guardan todo lo que una sociedad no quiere verse de sí misma”.

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