Lo que puede causar “una promesa”

Sólo en el buscador de Google, porque hay otros, pero investigar en todos ya era, definitivamente, más muestra de ociosidad que de acuciosidad.Tenía que ser una ONG, pues para eso se prestan muchas organizaciones no gubernamentales, que bajo se rótulo  aparentemente inocuo realizan todo tipo de actividades. Algunas muy nobles, positivas y encomiables, como la Cruz Roja Internacional, pero  otras, muchas otras, menos encomiables, menos nobles y decididamente nada positivas.Pero avancemos. La ONG en cuestión se llama Instituto Internacional para Estudios Estratégicos. Utiliza su sigla en inglés, IISS, porque eso parece que da más “caché”.El IISS se mandó un “dossier”, (porque esa es la palabrita que prefieren utilizar) de 240 páginas con esa finalidad central: Divulgar que el presidente venezolano Hugo Chávez le “ofreció” 300 millones de dólares al grupo guerrillero colombiano FARC.Eso es todo. En ninguna parte dice que esos 300 millones de dólares fueron “entregados”, tampoco dice que fueron “recibidos”. Solamente que fueron “ofrecidos”, pero eso fue suficiente para armar tremendo escándalo mediático que, como dijimos, en menos de 24 horas ya tenía casi mil noticias solamente en Google.Seguramente que los diestros del IISS (no los llamamos expertos porque no nos consta que sean) calcularon bien que 300 millones de dólares era una cifra suficientemente espectacular. Si decían que 3.000 millones podían no creerles. Si decían que 30 parecía muy poquito. Y se puso a rodar la bola.A esta altura, en menos de 48 horas ya han emitido declaraciones varios ministros, embajadores, “analistas” que nunca faltan y hasta presidentes. No demorarán en hacerlo ex presidentes que siempre les dan un turno un poquito más atrás.¿Y a todas estas, de dónde sacaron originalmente esa espectacular “promesa” los de la ONG inglesa?La respuesta está muy accesible: de los “documentos electrónicos” encontrados en la computadora del dirigente de las FARC Raúl Reyes, abatido en territorio ecuatoriano por el ejército colombiano, según reiteradas versiones oficiales. Esos “documentos” podían decir cualquier cosa, porque esos asuntos no se someten a verificaciones. Son más o menos como el cadáver de Osama Bin Laden, que dicen que fue lanzado al fondo del mar. O lo creen, o no lo creen. Punto.Hasta que finalmente, después como dijimos de más de mil versiones noticiosas, a alguien se le ocurrió preguntarle a la canciller colombiana, María Ángela Holguín, de cómo así una ONG inglesa tenían esos “documentos” supuestamente de alta confidencialidad. Y la canciller, con todo desparpajo dijo que “la decisión de entregárselos al IISS fue del anterior Gobierno colombiano, presidido por Álvaro Uribe”¡Ahh! ¿Qué más puede uno comentar?