Constataciones financieras sobre los ingresos por hidrocarburos

La millonada de dinero que el Estado central administró en los últimos cinco años, por la bonanza de los precios del barril de petróleo, por la subida de las exportaciones de gas y por la estabilidad de las ventas -y eso que bajaron los incentivos a las inversiones en exploración y producción, y eso que cayó la producción- han logrado ingresos extraordinarios que los ciudadanos estamos en el derecho de saber cómo se utilizaron y en la obligación de preguntar el destino de los mismos.Viendo números actuales -si es que se puede confiar en el aparato de in formación estatal- las ventas por concepto de “exportaciones” de gas natural a nuestros principales demandantes que son Brasil y Argentina se incrementaron en casi 35% en éste primer cuatrimestre, de manera que se llegó -siempre siguiendo los datos oficiales- a la suma cercana a USD 780 millones (el mercado de Brasil en el primer trimestre de la presente gestión recibió gas boliviano por una cifra cercana a 600 millones USD y con la argentina se facturó USD 180 millones USD).La primera constatación es: el Poder Legislativo, particularmente a través de senadores y diputados de las regiones productores deben preguntar y ordenar una fiscalización y auditoría especial a todos los ingresos generados por hidrocarburos en el periodo 2005-2010.La segunda constatación es: que los campos en producción de volúmenes que permitieron esos ingresos son parte de exploración y perforación previa a la política oficialista de “nacionalizaciones”.Vale decir que en cinco años no hubo ni mayores descubrimientos, ni mayores certificaciones ni producción generada en éste periodo. La tercera constatación irrefutable es -y cualquier ciudadano puede preguntar al instituto de estadísticas oficial- que: la principal exportación boliviana al mundo es la energía (en éste caso entendida como materia prima gas natural). Las exportaciones de hidrocarburos generó cerca de 840 millones USD en el primer trimestre de este año.Los datos lanzados al público por entidades oficiales, referidos a hidrocarburos, nos empujan a una cuarta constatación: y quizá la más importante: la vocación productiva boliviana es la producción de valor agregado de energía, por ello la insistencia, casi cargosa, de que el Legislativo promueva la deliberación de una NPE Nueva Política Energética y una nueva LH Ley de Hidrocarburos para incentivar la actividad exploratoria, productiva, reforma al refino, transporte, comercialización e inicio de la industrialización en valor agregado.¿Cuándo lo entenderán los dirigentes estatales?: Bolivia debe incentivar un flujo de capitales para su reposicionamiento como país productor de valor agregado de energía.Por debajo de la industria de hidrocarburos está la extractiva de Minerales,  Manufacturera,  Agricultura, Ganadería, Caza, Silvicultura y Pesca que también son importantes para el desarrollo económico boliviano pero su desempeño está reatada a la falta de energía barata (gas industrial, diesel, electricidad) y podrían ser otros motores de desarrollo siempe cuento contasen con gas y agregados con mayor abundancia y a menor costo.Siempre hemos insistido también en que parte de los ingresos por hidrocarburos sean destinados a un Fondo financiero que financie operaciones de proyectos y ejecución de los mismos en industrialización, adicionalmente a la movilización de las RIN reserva internacional neta en proyectos específicos.Finalmente una constatación final: los ingresos de hidrocarburos deben ser única y exclusivamente para financiar infraestructura de salud, educativa, carreteras, puertos, aeródromos, y preparar a los bolivianos de la próxima generación a tener un mejor país donde habitar.*Máster en administración, ejecutivo y consultor del sector privado.