Energeia Aeternitas: Incentivos para la actividad energética 2011-2020 parte II

Es tan utilizado que es transportado modalidad LNG (gas natural licuificado). En 2003 los actuales administradores del Estado no creyeron en que Bolivia pueda tener un negocio de LNG y se opusieron tenazmente. Obviamente el LNG funciona como mecanismo de venta y comercio en todo el mundo menos para Bolivia.Varios países están probando nuevos modelos de industrialización a escala en valor agregado para el gas natural, en asociaciones de negocios que con incentivos fiscales apropiados (facilidades tributarias, asociaciones con el Estado, sociedades compartidas en exploración, costos compartidos en comercialización, proyectos de industrialización multinacionales y multilaterales) y portafolios de inversión han logrado que los países gasíferos se conviertan en nuevos exportadores de commodities de productos energéticos acabados. No vamos a redundar la importancia social que revisten los proyectos energéticos: la generación de renta y de rentabilidad van a ser motor perfecto de salir de la pobreza. Y político porque haría de Bolivia un centro geopolítico de importancia en el Cono Sur.Esos desajustes en los precios del petróleo y gas boliviano, adicionado a una ausencia de Ley sectorial, a una endeble estabilidad democrática interna y sin una inseguridad jurídica en contratos, en regulación y fiscalización y a una inestable autoridad –con cambios de varios ministros y máximos ejecutivos petroleros- han configurado un escenario que han detonado en la caída de inversiones en exploración, en producción, obviamente tampoco hay mejoras en inversiones en refino, en comercialización y ni hablar del proceso de valor agregado al gas, particularmente, del que tanto se especuló internamente: la industrialización.Siendo así la subvención de combustibles en Bolivia es casi insostenible, la más notoria de ellas es la relacionada a la subvención de diesel que se adquiere a precio internacional de Venezuela –cuya administración política es afín a la administración política boliviana-, habiéndose “perforado” los ingresos por gas natural que “sostienen” esas subvenciones.No terminan de comprender, algunos, que el producto estrella de Bolivia es y será el gas en su estado de valor agregado. No faltó un tonto dirigente empresarial que dijo públicamente que había que “desgasificar” la economía boliviana, cabalmente porque en Bolivia algunos no han terminado de deducir la importancia del gas en la economía y desarrollo.En ese entendido dejar el paso de la exportación primaria de materia prima por valor agregado debiera ser el norte de la NPE. Sólo a título de ejemplo de cómo el gas sostiene a la “economía” de los combustibles: en 2009 Bolivia exportó gas natural por valor aproximado de USD 2500 millones habiéndose utilizado el valor aproximado, de esa cifra, de USD 600 millones. De haber pensado proactivamente hace unos años, en vez de haber ocurrido “guerra del gas”, “referéndums” y revueltas internas falsariamente utilizando la reivindicación del “gas es para los bolivianos”, hoy Bolivia habría ya iniciado el proceso de exportación de LNG y conjuntamente un proyecto serio de conversión a escala de gas a líquido (GTL gas to liquids) habiéndonos reposicionado en el mapa de los negocios complejos de energía y habiéndose utilizado los montos que se pierden por la subvención en apalancar mayores capitales y portafolio de negocios para una planta de GTL, por ejemplo. No es un contrasentido pero a éstas alturas de la nueva década –considerando la pasada como “década perdida” en la industria energética boliviana- Bolivia ya se debió haber “despachado” tranquilamente el valor aproximado de una planta de conversión de gas a diesel.*Boris Gómez Úzqueda es master en Administración de Negocios, tiene títulos en operación y gerenciamiento de compañías de gas y petróleo, consultor, asesor y ejecutivo de compañías del sector privado.