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¡Feliz Navidad!

Una vez mas, el mundo se alboroza al conmemorar el nacimiento de Jesús, es ciertamente el nacimiento de un Dios.La celebración de la navidad nos invita a tener una mirada gozosa del misterio, mirada que solo es posible desde la fe, porque solo desde la fe es posible penetrar la hondura del...

Una vez mas, el mundo se alboroza al conmemorar el nacimiento de Jesús, es ciertamente el nacimiento de un Dios.La celebración de la navidad nos invita a tener una mirada gozosa del misterio, mirada que solo es posible desde la fe, porque solo desde la fe es posible penetrar la hondura del misterio.Contemplemos a Dios hecho hombre, un niño que en su mudez es elocuente, ese pesebre es trono de realeza, esa oscuridad fulgura, esa mortalidad es germen de la vida.El descenso de Dios al hombre provoca el ascenso del hombre a Dios, porque el empequeñecimiento de la inmensidad es para el engrandecimiento de la pequeñez.San Agustín decía: “En el pesebre yace, mas abarca el mundo, es envuelto en pañales, mas nos viste de inmortalidad, no halló lugar en el mesón, mas se labra un templo en el corazón de los hombres”.El nacimiento en Belén, es señal de esperanza para toda la familia humana, señal de Paz, de Liberación, señal de Misericordia.Desde estas líneas deseamos que en estos momentos de reencuentro, de unión en cada uno de los hogares, brille la luz de Belén y que esa luz penetre en cada corazón de cada hombre, de cada mujer, de cada niño, para que en la armonía y en la unidad nos empapemos de dicha, de alegría, de júbilo y afloren los buenos propósitos para lograr la paz.La paz es el deseo profundo que deseamos para todos, para nuestra querida Tarija y para toda Bolivia.La paz no es definible por meros conceptos, porque pertenece al mundo profundo del corazón, unifica y hace bella la vida.Está vinculada a la sensibilidad de la ternura y la justicia de la convivencia.La paz es un modo de relacionarnos, es el espacio de la reciprocidad y la entrega.La paz es una dimensión espiritual que se expresa en la justicia y en el perdón.La paz es la serenidad de la mente y del corazón, lograda izando el emblema de la justicia para desarrollar una vida de unidad, de solidaridad, de respeto y de justicia.Donde existe la injusticia se proclama a gritos la ausencia del amor, ya sabemos que donde no hay amor, no hay paz.¿Cómo podemos conseguir la paz? ¿Será la figura del Niño Dios capaz todavía de despertar el entusiasmo en una humanidad víctima de conflictos y de desilusión?.¿Tiene aún el evangelio entrada en el hombre?. Creemos que si porque en cada corazón Dios puso la semilla del amor.El niño acostado en el pesebre es un mensaje de paz, de liberación y de amor.Les deseamos a todos y a cada una de las familias una feliz navidad, que cada ilusión sea un puente hacia la paz.     


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