¡Señor que se vea!

¡Señor Hijo de David, ten compasión de nosotros! La gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más todavía: ¡Señor Hijo de David ten compasión de nosotros! Entonces Jesús se detuvo, llamó a los ciegos y les preguntó: “¿Qué quieren que haga por ustedes?”. Ellos...

¡Señor Hijo de David, ten compasión de nosotros! La gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más todavía: ¡Señor Hijo de David ten compasión de nosotros! Entonces Jesús se detuvo, llamó a los ciegos y les preguntó: “¿Qué quieren que haga por ustedes?”. Ellos le respondieron: “Señor queremos ver”, Jesús les tocó los ojos y en ese momento recobraron la vista y lo siguieron.Jesús pasaba haciendo el bien, su misericordia era grande, siempre curando, ayudando, enseñando, Jesús sentía compasión por lo enfermos, por todos aquellos que sufrían, por los que no conocían a Dios y eran como ovejas sin pastor. El tenía poder porque era Dios, la caridad acompaña a todos sus actos.Nosotros también debemos acercarnos a Jesús y pedirle como esos ciegos: ¡Señor ten compasión de mi, Señor que vea! Porque muchas veces andamos por el mundo completamente ciegos o sin ver con claridad. Debemos pedir que nos sane de nuestra ceguera espiritual, quizás estamos andando en penumbra, estamos tropezando porque no vemos con claridad y estamos equivocando el camino, quizás creemos que somos justos o buenos o correctos y no es así.Por eso debemos pedir: ¡Señor que vea! Que vea las injusticias que cometo, pensando solo en mi beneficio, en mi y no en los demás, que vea la falta de caridad que tengo al juzgar, al criticar, al quitar la fama de otros.Que vea mis defectos, en lugar de poner mi mirada en los defectos ajenos.Que vea mi indiferencia, ante la necesidad de los que sufren soledad, de los enfermos, de los huérfanos, de los desposeídos.¡Señor! Que vea mi mal carácter que hace sufrir a los que me aman, a los que me rodean; en mi familia, en mi trabajo, en todo lugar.¡Señor que vea! Que vea el tamaño de mi egoísmo, porque todo lo quiero para mi  y hago todo a fin de conseguir lo que ambiciono sin importarme pasar sobre los demás.¡Señor que vea! Que vea a mis hermanos porque son hijos tuyos; a los que no saludo, ni los miro, ni los ayudo, ni los tomo en cuenta, que vea a los que hiero con mis palabras, con mis actitudes.¡Señor que vea! Que te vea a Ti, presente en cada hombre y en cada mujer que se cruza conmigo en el camino; que te vea en cada niño, en cada anciano, en cada ser humano.¡Señor que vea! Que me vea a mi, que me conozca, para que con tu ayuda, pueda sacar todo lo espinoso y oscuro de mi vida, y con tu luz caminar contigo por la senda angosta pero segura, que me llevará a la felicidad verdadera; porque Señor muchas veces no podemos ver las cosas con claridad, sino por los ojos que han llorado.¡Señor que vea! Que te descubra a Ti en los otros y en mi, cada día cuando tocas mi puerta y no te abro porque no te veo.


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