La industrialización del gas: ¿Petrobras o YPFB?

Recordemos que este año, a finales de abril, el portal HidrocarburosBolivia.com informaba respecto al acuerdo que Petrobras y el Estado de Mato Grosso do Sul habían alcanzado para construir, en el Municipio de Três Lagoas, una de las cuatro fábricas de fertilizantes nitrogenados que se tienen...

Recordemos que este año, a finales de abril, el portal HidrocarburosBolivia.com informaba respecto al acuerdo que Petrobras y el Estado de Mato Grosso do Sul habían alcanzado para construir, en el Municipio de Três Lagoas, una de las cuatro fábricas de fertilizantes nitrogenados que se tienen contempladas en el plan de industrialización para satisfacer la creciente demanda brasileña de amonio y urea.

Ahora, a tres meses de haber alcanzado el acuerdo, Petrobras ya inició formalmente el trámite que le permitirá obtener la licencia ambiental para construir la fábrica de fertilizantes nitrogenados que utilizará como materia prima el gas natural boliviano que se exporta a través del Gasoducto Bolivia-Brasil (GASBOL).

La construcción de la fábrica se iniciará el 2011 con una inversión de 1.400 millones de dólares y en septiembre de 2014, fecha estimada para el inicio de la fase productiva, demandará 2,2 millones de metros cúbicos diarios (MMCD) de gas natural (boliviano, valga la redundancia) para producir 1.118 millones de toneladas/año de urea y 81 mil toneladas/año de amonio.

Por los volúmenes de producción, la de Três Lagoas será una de las más importantes fábricas de fertilizantes a nivel mundial. Si de buscar consuelo se trata ante el letargo industrializador en el que Bolivia se ha visto inmersa, podemos afirmar que dentro de  pocos meses el gas natural boliviano alimentará a una de las industrias de fertilizantes nitrogenados más importantes del mundo.

Los fertilizantes producidos en Três Lagoas se utilizarán principalmente para fortalecer al sector cañero, a los productores de trigo y al sector textil mediante el algodón. En el caso del trigo y la caña de azúcar, resulta interesante notar que fortaleciendo la producción de esos sectores no solo se garantiza el producto para el consumo humano sino que también se fortalece también la producción para su uso como biocombustibles.

Según datos oficiales, en la gestión 2009, Brasil produjo 1.118 millones de toneladas de urea e importó 2.200 millones de toneladas para atender la demanda interna.  A su vez, la oferta de amonio, en 2009, fue de 185.000 toneladas dejando insatisfecha una demanda de 505.000 toneladas.

 

En las proyecciones para 2015, cuando las cuatro fábricas de fertilizantes estén en funcionamiento (Três Lagoas, Uberaba, Linhares y Laranjeiras), se estima que Brasil alcanzará una producción de 3.659 millones de toneladas de urea ante una demanda de 4.076 millones de toneladas. La oferta de amonio llegará a 782.000 toneladas/año y se alcanzará la autosuficiencia de este producto.

Mientras tanto, en lo que a planes de industrialización de gas natural en territorio boliviano se refiere,  el Decreto Supremo 29511 promulgado el  9 de abril de 2008 establecía un plazo de 60 días para crear la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH).

El 26 de julio de 2010, es decir 779 días más tarde de lo debido, asume el cargo la máxima autoridad de la EBIH con tres enormes problemas: La infraestructura para la industrialización del gas natural aún sigue en papeles (entiéndase pañales), la producción de gas natural aún no permite disponer de volúmenes para este propósito y por último los recursos económicos destinados a la EBIH aún son limitados. Los hechos indican que Bolivia aún está lejos de industrializar su gas.

La sociedad anónima mixta conformada entre YPFB y la venezolana PEQUIVEN debería tener concluida la primera fase de la planta de fertilizantes nitrogenados (amonio y úrea) del Polo de Desarrollo de Carrasco en el Departamento de Cochabamba a finales del 2011 y este mes (agosto 2010) ya debería suscribirse el contrato de construcción de la misma pero hasta ahora no existen indicios de que eso vaya a suceder.

Adicionalmente se estima que el Polo de Desarrollo de Carrasco necesita una inversión en un rango entre los 900 y 1.100 millones de dólares, esa planta demandaría 2,2 MMCD de gas natural y debería producir en total 760 mil toneladas de fertilizantes, el 80% de esa producción debería ser exportada y el saldo se destinaría al mercado interno.

En su segunda y tercera fase, el Polo de Desarrollo de Carrasco debería estar produciendo nitrato de amonio, ácido nítrico, fertilizantes NPK (en base a nitrógeno, fósforo y potasio), etanolaminas, MAP y DAP (abonos granulados mezclados con tierra).

Por otro lado, no se sabe mucho (entiéndase nada) del proyecto para instalar el Polo de Desarrollo en el Chaco boliviano para producir fertilizantes y plásticos.

El proyecto para obtener diesel a partir del gas natural (GTL) también duerme el sueño de los justos.

Al parecer, como mencioné al inicio de este artículo, la industrialización del gas natural boliviano avanza según lo planificado pero no para nosotros (los bolivianos).


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