Zúñiga, desde la cárcel: “El ‘golpe’ fue un plan para que el Gobierno recupere popularidad”
Zúñiga indicó que sostuvo conversaciones con Arce para dar un ‘fujimorazo’



Desde la cárcel, el excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, aseguró que el supuesto “golpe de Estado fallido” del 26 de junio de 2024 fue en realidad parte de un plan ideado por el entorno más cercano del presidente Luis Arce para recuperar su popularidad y garantizar gobernabilidad, en medio de los conflictos con la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Zúñiga afirmó que en reuniones previas con el mandatario y sus colaboradores Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez, se discutieron tres salidas ante la crisis política: entregar el poder a las organizaciones sociales, formar una junta militar o ejecutar un “fujimorazo”, aludiendo al autogolpe de 1992 de Alberto Fujimori en Perú. Esta última opción, según Zúñiga, fue la que más interesó al presidente, ya que le permitiría seguir al mando y superar la parálisis legislativa.
“¿Qué le preocupaba (a Luis Arce) de esa recomendación que le hicieron de Fujimori? Ver un poco lo que había pasado con (Pedro) Castillo (expresidente de Perú) que él quiso cerrar el parlamento, pero su mando militar en algún momento lo traicionó. Él (Luis Arce) quería evitar eso, quería ver si iba a realizar esa decisión, entonces tenía que tener la certeza del mando militar. Entonces, él, en el fondo, el Gobierno en algún momento del año pasado tenía que lanzar un golpe a la Asamblea Legislativa para evitar la ingobernabilidad”, señaló el excomandante del Ejército en entrevista con la RED ERBOL.
“El señor Rodríguez fue claro: la situación era crítica, la popularidad del presidente se había desplomado y el Gobierno estaba desgastado. Arce lo reconoció”, sostuvo el exgeneral. Añadió que el mandatario no confiaba en las Fuerzas Armadas ni en las organizaciones sociales, salvo en Grover García, actual presidente del MAS.
Zúñiga indicó que, por instrucción del propio Arce, sostuvo reuniones de alto nivel con jefes militares en operativos estratégicos, algunas de ellas en su propio domicilio y bajo estrictas medidas de seguridad. “Yo di cumplimiento a una orden”, declaró.
El excomandante también negó la existencia de un supuesto “gabinete civil” que habría intentado tomar el poder tras la asonada militar.