Colectivos ambientales entregan "la canasta industrial incendiaria de la muerte" al Ministerio de Tierras



Diversos colectivos ambientalistas, animalistas, científicos y ciudadanía en general se autoconvocaron en emergencia este martes 21 de septiembre en el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras - MDRyT, para hacer la entrega de la canasta agroindustrial incendiaria y de muerte al ministro Remmy Gonzales Atila, a tiempo de exigir parar la catástrofe ambiental crónica que vive Bolivia debido a los incendios generados por la ampliación de la frontera agrícola.
Presentaron una carta al ministro exigiendo que “cesen el financiamiento y subvención al modelo agroempresarial que está incendiando, destruyendo y contaminando el patrimonio natural, genético y cultural de todos los bolivianos, sin precedentes en los últimos años”.
"No es justo que el aporte tributario de las principales empresas del agronegocio al país sea menos del 1% lo que no compensa la destrucción y catástrofe ambiental que ocasionan. Tampoco es justo que este sector justifique sus subvenciones diciendo que alimentan a la población cuando realidad, solo producen forrajes para animales", mencionaron los colectivos.
En la misiva, piden al ministro cumpla la Ley 300 de la Madre Tierra y Ley 3525 de Producción Agroecológica, impulsando el único sistema alimentario que garantiza salud Alimentaria. Y apoyar al sector de la agricultura familiar que aportan con el 89% a la canasta básica.
Piden una Bolivia agroecológica
El sector movilizado asegura que el modelo agroalimentario que el ministerio de Tierrea promueve para los bolivianos "es una canasta de muerte, de enfermedad que genera incendios, ecocidio, etnocidio y pandemias" y que no cuenta con el consentimiento de la población, ni mucho menos de los pueblos indígenas.
A su vez piden parar la exportación de carne y soya porque sería "la verdadera causa de los incendios en Bolivia". Afirman que el pueblo boliviano está perdiendo su soberanía alimentaria y áreas protegidas para convertirse en criadero de vacas para China y otros países.
Sabemos gracias al informe del INRA que unas cuantas empresas se benefician a costa de incendiar el país para viabilizar la exportación de carne y soya. Es decir, los bolivianos estamos perdiendo nuestra soberanía alimentaria y áreas protegidas para convertirlas en criadero de vacas para China 1 y en mono cultivos tóxicos, ajenos a nuestra cultura diversa, cita la misiva.
Aclaran que estos incendios provocados representan una amenaza sanitaria muy grave, ya que podrían desencadenar nuevas epidemias por la destrucción intensiva de ecosistema únicos, como son las áreas protegidas del país.
"Los últimos tres años se han quemado alrededor de 13 millones de hectáreas. Es incalculable las perdidas en biodiversidad de fauna, funga y flora, pero lo más lamentable es que han sido afectados el 100% de los territorios indígenas", declaran.
Los activistas aseveran que los avances de los incendios, el terricidio, el ecocidio y genocidio representan una nueva forma de colonización geopolítica en el país, a través de la imposición de un modelo alimentario industrial de exportación en alianza con un gobierno permisivo y cómplice por su inacción.
Sostienen que en Bolivia existe una "alianza perversa del gobierno con el sector agroexportador", principalmente de la región de Santa Cruz, en el Oriente, que está expandiéndose al Beni y al corazón de la Amazonía. Promoviendo un paquete de normas que permiten la habilitación de áreas que tradicionalmente no son aptas para la producción de alimentos, y que ahora están principalmente destinadas a los monocultivos transgénicos y la ganadería industrial.
En ese sentido, instan al Ministro de Desarrollo Rural y Tierras junto al INRA y otras dependencias a cumplir sus deberes establecidos en la Constitución Política de Estado y en el marco normativo vigente. Recuerdan que "la omisión legal y constitucional se traduce en abuso de poder, complicidad, mantenimiento de la impunidad y violación al estado de derecho y la democracia".