Hay ocho departamentos que reportan fallas en respiradores chinos y 22 observaciones en ventiladores
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Los departamentos que reportaron daños en los equipos de respiradores chinos adquiridos por el Gobierno nacional son La Paz, Cochabamba, Potosí, Tarija, Chuquisaca, Beni, Oruro y Pando y la a Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, filial Cochabamba, hizo conocer 22 observaciones sobre los ventiladores chinos.
Santa Cruz reportó la falta de equipos para terminar de instalar 15 de los 55 ventiladores. Los especialistas indicaron que los aparatos son muy básicos y en vez de ayudar a los profesionales en salud, complican la atención.
Antonio Viruez, jefe del Departamento de Apoyo Crítico y presidente del Comité Científico del Hospital del Norte de El Alto, afirmó a Página Siete que en este establecimiento de salud hospital -centro de referencia para casos Covid en este departamento- los siete respiradores chinos que fueron entregados por el Gobierno están “castigados”.
“Sucede que los equipos no son totalmente confiables. Cuando uno programa una máquina como cualquier otra, se descalibra. Vimos además que en algunas ocasiones no responden”, dijo Viruez, e indicó que “en lugar de someter a un riesgo a los pacientes, los equipos fueron sometidos al castigo, es decir que se los hace a un lado”, indicó el profesional.
En el Hospital Boliviano Holandés no se usan cuatro respiradores chinos porque no hay un espacio donde se puedan instalar. En total en La Paz, 11 no estarían funcionando.
No es el único departamento donde se presentaron problemas con esos equipos. Hace una semana se conoció que en Cochabamba al menos ocho respiradores no estaban funcionando por desperfectos. El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) Yercin Mamani aclaró que de los 50 equipos chinos, 24 fueron entregados a los servicios y 26 aún se encontraban en almacenes.
De los 24 que están en los hospitales, 18 fueron adaptados para ser utilizados con máscaras y así funcionen a través de un método no invasivo. “En un formato inicial, el equipo debía usarse con el método invasivo, es decir intubar al paciente (en estado crítico)”, dijo. Además, otros seis equipos no funcionan aún porque están reparando la red de oxígeno en el Hospital Viedma.
La empresa china Yueshen Medical Equipment publicó fotografías de los documentos de envío de 324 respiradores mecánicos que presuntamente fueron adquiridos por el Gobierno, a través de un intermediario, por 9,5 millones de dólares. Se observó que la operación tuvo un presunto sobreprecio de seis millones de dólares. La adquisición de los aparatos fue realizada en mayo y hasta junio se realizó la entrega total del lote, en seis partidas.
En Potosí, la situación es similar. Erika Ocampo, presidenta de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva (Sbmcti), contó a Página Siete que a este departamento llegaron cuatro ventiladores chinos. “No los estamos usando porque tienen un defecto en la programación de su software, el programa se desconfiguraba. Su manejo es muy diferente”, sostuvo.
Ocampo explicó que esos equipos están “desde hace dos meses” en el Centro Covid de la avenida Semilla. “La sociedad hizo una representación al ministerio indicando que tenían una falla de fábrica, pero hicieron caso omiso a la recomendación”, explicó.
En una entrevista con Página Siete, el presidente de la Sbmcti de Tarija Roberto Mérida sostuvo que aunque no sabe cuántos de estos equipos se entregaron al departamento, relató que al hospital donde él trabaja llegaron 10 de esos respiradores. “Ninguno hasta ahora me fue entregado oficialmente por la dirección y su servicio técnico del hospital. De esos, ocho funcionan y dos no”, explicó. Contó que por necesidad se usaron cuatro máquinas, pero en pacientes no Covid.
Mérida lamentó que hasta el momento no dieron capacitación para el manejo de los aparatos. “Probamos en dos pacientes y se desprograman al par de horas”, sostuvo.
En Chuquisaca, Alem Cardozo, especialista de terapia intensiva del Hospital Lajas Tambo de Sucre, dijo a Página Siete que al nosocomio llegaron siete respiradores chinos. “Los últimos dos que llegaron la semana pasada, no los hemos probado. Pero de los cinco primeros que nos dieron el 1 de julio, cuatro funcionan con fallas y uno ni funciona, no cicla”, explicó.
Cardozo relató que existen varias fallas. “Por ejemplo: se apagan en cualquier momento, no cetean, no tienen todas las funciones que deben tener para sacar adelante a los pacientes con Covid. Lo peor es que son nuevos”, dijo.
Contó que sus colegas del Hospital Santa Bárbara -donde se llevaron tres de esos equipos- también reportaron problemas. “Ahí se usan esos equipos y lastimosamente tienen un 100% de mortalidad”, dijo y comparó al aparato con los celulares. “Necesitamos un smartphone, pero nos dieron un Nokia 1.100”, agregó.
En Beni, uno de los especialistas del Hospital Germán Busch -que prefirió guardar su nombre en reserva- indicó que en este nosocomio tampoco se utilizaron las máquinas. “No se los usa porque hay un problema legal. Ya se hizo la representación y estamos esperando respuesta”.
El presidente de la Sbmcti de Oruro Roberto Zelaya dijo que al Hospital General San Juan de Dios llegaron cuatro respiradores y que sólo son usados de forma urgente. “No los utilizamos de forma constante porque tenemos reportes de que tienen desperfectos”, aseguró.
En Pando, el director del Sedes Danny Mendoza explicó que llegaron nueve respiradores de los cuales ocho funcionan bien y uno tiene problemas de fábrica. “Nos indicaron que nos cambiarían”, indicó.
En el caso de Santa Cruz, el director del Sedes Marcelo Ríos indicó que el Gobierno entregó 55 respiradores a ese departamento, pero 15 no funcionan porque faltan equipos para su instalación, como “monitor, bombas de infusión y camas de terapia”. “El Gobierno prometió dar (estos materiales), no nos dieron aún”, aseguró. Aclaró que el resto de las máquinas no tienen problemas y que se están usando en terapia intensiva en el domo del Hospital Japonés.
Sin embargo, uno de los galenos de este nosocomio aseguró “que esos equipos no son usados, por fallas”. “Son muy básicos y nosotros necesitamos (aparatos más avanzados), no podemos jugarnos con esos aparatos”, aseguró.
Intensivistas alertaron seis deficiencias
Hace una semana, el Comité Científico de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva (Sbmcti) informó que en junio alertó al Gobierno sobre seis deficiencias de los respiradores chinos.
Patricio Gutiérrez, presidente del Comité Científico de la Sbmcti, contó que el 23 de junio, casi un mes después de la adquisición de los equipos, “la Sbmcti se reunió con el médico internista -que no es miembro de la sociedad-, pero que asesoró al Ministerio de Salud en la compra de los ventiladores, para informarle que los miembros de la sociedad comenzaron a tener problemas con el uso de los ventiladores de procedencia china”.
Adrián Ávila, presidente de la Sbmcti, solicitó un informe a las filiales de cada departamento para saber si los especialistas están usando los equipos, pero ayer indicó que no recibió ningún reporte de las regiones. “Yo creo que no están usando, porque no bajaron los casos”, sostuvo.
La Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, filial Cochabamba, hizo conocer 22 observaciones sobre los ventiladores chinos que fueron entregados por el Gobierno nacional a los tres hospitales centinela de Cochabamba el 10 de junio para tratar a los pacientes con coronavirus, luego de una inspección el pasado 22 de junio.
Los directores de los hospitales Solomon Klein y del Sur optaron por no usar los equipos, en un caso, por el daño que provocaban y, en el otro, por dificultades en el idioma.
Además, el primero advirtió que, según el informe de los intensivistas, estos equipos pueden generar “más daño sobre un tejido pulmonar ya comprometido, pues en este caso, en lugar de beneficiar al paciente, contribuiría más a su deterioro” provocándoles al menos seis lesiones.
Entre los riesgos están el barotrauma, que es causado por altas presiones de ventilación; volutrauma, que es un edema pulmonar; atelectrauma, una apertura y cierre repetitivo de partes pulmonares vulnerables con atelectasia; biotrauma, una inflamación local con salida a la circulación sistémica de mediadores inflamatorios o bacterias, y estrés oxidativo por radicales libres de oxígeno.
“En conclusión, el equipo WDH-1 es un ventilador mecánico básico, con prestaciones y monitoreo muy limitado; la seguridad en el empleo del equipo debe ser verificado a través de las certificaciones con las que cuenta y con los reportes de uso de los profesionales que los están empleando”, señala parte de las conclusiones de la carta.
También manifiesta que “no se pudo verificar la existencia de certificaciones correspondientes (ISO 13485 o GMP) y certificado FDA, CE o similar, pendiente proporcionar las mismas por parte del personal del ministerio”.
De las 22 observaciones resaltan que el equipo es únicamente para la atención de paciente adulto, no cuenta con modo pediátrico. Presenta gráficos de presión/tiempo y flujo tiempo de forma incompleta, muestra el flujo inspiratorio sin brindar información sobre el flujo espiratorio.
No proporciona bucles de presión/volumen ni de flujo/volumen. No permite mediciones de mecánica pulmonar. No se puede evaluar de forma eficaz la sensibilidad en un pulmón de prueba.
A fines de junio, los hospitales Solomon Klein y del Sur suspendieron el uso de los respiradores luego de que presentaron fallas y provocaron daños en los pacientes.
Miembros de la Comisión Especial de Salud de la Asamblea Departamental exigieron al Gobierno el cambio de los equipos y que se haga una investigación para establecer responsabilidades en los que hicieron la adquisición.