Indígenas indignados
Presentan una acción popular contra el uso de transgénicos
En la acción popular, los denunciantes destacan que el D.S. 4232/20 amenaza al patrimonio genético, cultural y natural de Bolivia, traducido en sus semillas nativas, en especial al maíz del que se tienen más de 70 variedad en el país



Organizaciones de la sociedad civil, de pueblos indígenas y activistas presentaron una acción popular para suspender la ejecución del Decreto Supremo (D.S.) 4232/20 y su modificación establecida en el D.S. 4238/20, a través de los cuales el Órgano Ejecutivo de Bolivia autoriza el establecimiento de procedimientos abreviados para productos genéticamente modificados.
La acción se presentó el lunes 13 de julio ante la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
El D.S. 4232 del 7 de mayo de 2020, promulgado por el gobierno transitorio, autorizó de manera excepcional al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para la evaluación del maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya, genéticamente modificados; mientras que el D.S. 4238, promulgado el 14 de mayo de 2020, modificó el primer decreto, disponiendo un plazo de hasta 40 días calendario para que el Comité apruebe estos procedimientos.
En la acción popular, los denunciantes destacan que el D.S. 4232/20 amenaza al patrimonio genético, cultural y natural de Bolivia, traducido en sus semillas nativas, en especial al maíz del que se tienen más de 70 variedad en el país; a la biodiversidad y a la Madre Tierra, ambos sujetos de derechos en aplicación del artículo 33 de la Constitución Política del Estado y la Ley N° 300 de la Madre Tierra; a los componentes de la biodiversidad y fauna nativa que se verían afectados por los componentes, como el glifosato, de los que vienen acompañados los transgénicos; a los bosques y suelos por la deforestación para la expansión de los cultivos; y a la salud humana.
“A los pueblos indígenas nos afecta a nuestra variedad de semillas nativas, a la seguridad alimentaria porque nosotros consumimos nuestras semillas que producimos y es para nosotros una alimentación sanada y de calidad”, expresó la Kuraka de Yampara Suyu, de Chuquisaca, Martha Vargas.