Covid-19, alarma hacinamiento en las cárceles
La Pastoral Social Cáritas Bolivia expresó su preocupación por la falta de atención de parte del Gobierno a las personas privadas de libertad de las distintas cárceles del país que se encuentran en cuarentena por la emergencia nacional del Covid-19. El hacinamiento en los recintos es...



La Pastoral Social Cáritas Bolivia expresó su preocupación por la falta de atención de parte del Gobierno a las personas privadas de libertad de las distintas cárceles del país que se encuentran en cuarentena por la emergencia nacional del Covid-19.
El hacinamiento en los recintos es considerado el mayor peligro para la propagación del coronavirus y su consecuente afectación a la población penitenciaria.
Pese a la emergencia sanitaria, la propuesta del Gobierno de una “amnistía e indulto presidencial” dada a conocer el 8 de abril para favorecer a los privados de libertad aún no se concreta. Este miércoles, la presidenta de la Cámara de Senadores, Eva Copa, dijo que la ley de del Indulto para los privados de libertad se tratará la próxima semana.
Ante este panorama, para Cáritas “persiste la preocupación de que muchos grupos vulnerables aún no están siendo atendidos como es el caso de los privados de libertad”, según se lee en su comunicado público.
Señala que las necesidades se concentran en el hacinamiento como consecuencia del alto porcentaje de detenidos preventivos, las precarias condiciones de infraestructura, la falta de servicios básicos de agua, alcantarillado, la falta de personal médico acorde al número de privados de libertad y el bajo presupuesto para una alimentación adecuada.
En Bolivia existen 48 recintos carcelarios con una población de 18.101 personas, de las cuales 16.900 son varones y 1.201 son mujeres. Entre ella hay un gran porcentaje de adultos mayores, personas con enfermedades terminales, personas discapacitadas, mujeres en estado de gestación y/o en periodo de lactancia y con hijos menores de 5 años.
“En torno a la problemática del coronavirus, el hacinamiento ha constituido en diversos países del mundo como uno de los mayores riesgos para la propagación del virus”, remarca Cáritas.
El hacinamiento en los recintos es considerado el mayor peligro para la propagación del coronavirus y su consecuente afectación a la población penitenciaria.
Pese a la emergencia sanitaria, la propuesta del Gobierno de una “amnistía e indulto presidencial” dada a conocer el 8 de abril para favorecer a los privados de libertad aún no se concreta. Este miércoles, la presidenta de la Cámara de Senadores, Eva Copa, dijo que la ley de del Indulto para los privados de libertad se tratará la próxima semana.
Ante este panorama, para Cáritas “persiste la preocupación de que muchos grupos vulnerables aún no están siendo atendidos como es el caso de los privados de libertad”, según se lee en su comunicado público.
Señala que las necesidades se concentran en el hacinamiento como consecuencia del alto porcentaje de detenidos preventivos, las precarias condiciones de infraestructura, la falta de servicios básicos de agua, alcantarillado, la falta de personal médico acorde al número de privados de libertad y el bajo presupuesto para una alimentación adecuada.
En Bolivia existen 48 recintos carcelarios con una población de 18.101 personas, de las cuales 16.900 son varones y 1.201 son mujeres. Entre ella hay un gran porcentaje de adultos mayores, personas con enfermedades terminales, personas discapacitadas, mujeres en estado de gestación y/o en periodo de lactancia y con hijos menores de 5 años.
“En torno a la problemática del coronavirus, el hacinamiento ha constituido en diversos países del mundo como uno de los mayores riesgos para la propagación del virus”, remarca Cáritas.