Físico boliviano: "La única respuesta a la tragedia mundial es una acción científica"
Por Edwin Conde Villarreal “La ciencia es la única respuesta a la pandemia del Covid-19, por eso estamos viendo la unión de muchos científicos de varias instituciones en el mundo como de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en francés), y pronto...
Por Edwin Conde Villarreal
“La ciencia es la única respuesta a la pandemia del Covid-19, por eso estamos viendo la unión de muchos científicos de varias instituciones en el mundo como de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en francés), y pronto llegaremos a obtener la vacuna del coronavirus, dentro de algún tiempo más”, dijo el físico boliviano Martín Subieta.
Esta semana se conoció que la organización que opera el gran acelerador de partículas situado en Suiza cerca de la frontera con Francia, cedió el uso de sus potentes ordenadores, sus impresoras 3D, su flota de vehículos, cuerpo de bomberos y, sobre todo, el talento de sus investigadores para contribuir a combatir la pandemia.
Subieta que obtuvo estudios superiores de doctorado el 2011 en el CERN, enfatizó que “el gran laboratorio de física nuclear y de partículas del planeta, no pudo haberse mantenido al margen ante esta crítica situación global”.
Recordó que el 2012 en los laboratorios de la Organización Europea para la Investigación Nuclear se reveló el descubrimiento del bosón de Higgs, una partícula subatómica que hasta entonces solamente era una propuesta teórica para el entendimiento de la naturaleza de la masa en la materia.
Explicó que para el colosal desafío se desarrolló en las últimas dos décadas la tecnología más avanzada en lo que concierne a los aceleradores de partículas, hoy en día aplicados en el área de la medicina y el tratamiento del cáncer, y se avanzó en las tecnologías de información con la creación del GRID (una red mundial que enlaza los centros más potentes de cómputo).
“Por lo que se cuenta actualmente con una tecnología muy avanzada al servicio de la ciencia”, enfatizó Subieta.
El CERN construyó entre 1998 y 2008, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC en inglés) que es el colisionador de partículas más grande y de mayor energía. Se encuentra en un túnel de 27 kilómetros de circunferencia, a una profundidad de 175 metros bajo tierra, debajo de la frontera entre Francia y Suiza, cerca de Ginebra.
Con el Gran Colisionador de Hadrones, los físicos hacen chocar entre sí partículas subatómicas (principalmente protones, uno de los constituyentes del núcleo del átomo) en diferentes puntos seleccionados, donde se ubican grandes detectores.
Éstos registran partículas resultantes de las colisiones para estudiar los elementos que componen la materia de la que está hecha el universo y sus interacciones.
Programa de apoyo
Subieta que se especializó en astrofísica dirigida a la física de altas energías durante sus estudios en los laboratorios del Gran Colisionador de Hadrones, informó que en marzo, el CERN creó un programa de apoyo a la lucha contra pandemia del Covid-19, “poniéndose al servicio de la sociedad en general, no sólo los recursos tecnológicos, sino también recursos humanos de alto nivel para poder colaborar con los expertos a nivel mundial”.
“Se está poniendo a disposición el poder de cómputo de todo el mundo con el “GRID” (sistema de computación que permite compartir recursos no centrados geográficamente para resolver problemas a gran escala) para dar una pronta respuesta al complejo estudio y entendimiento del virus, y sus alcances en la pandemia”, aseveró el físico y ex director del Planetario Max Schreier.
El científico boliviano, docente e investigador de la carrera de Física de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y que también obtuvo un posdoctorado del 2011 al 2013 en el CERN con el experimento ALICE (pos sus siglas en inglés), considera que, “es solo el comienzo en una lucha colosal contra un enemigo invisible”.
Respecto de la relación existente de Bolivia con la Organización Europea para la Investigación Nuclear, Subieta anunció que impulsa un convenio macro entre el Estado boliviano, el CERN y la UMSA, “para poder fortalecer los vínculos científicos de las instituciones”.
“La ciencia es la única respuesta a la pandemia del Covid-19, por eso estamos viendo la unión de muchos científicos de varias instituciones en el mundo como de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN por sus siglas en francés), y pronto llegaremos a obtener la vacuna del coronavirus, dentro de algún tiempo más”, dijo el físico boliviano Martín Subieta.
Esta semana se conoció que la organización que opera el gran acelerador de partículas situado en Suiza cerca de la frontera con Francia, cedió el uso de sus potentes ordenadores, sus impresoras 3D, su flota de vehículos, cuerpo de bomberos y, sobre todo, el talento de sus investigadores para contribuir a combatir la pandemia.
Subieta que obtuvo estudios superiores de doctorado el 2011 en el CERN, enfatizó que “el gran laboratorio de física nuclear y de partículas del planeta, no pudo haberse mantenido al margen ante esta crítica situación global”.
Recordó que el 2012 en los laboratorios de la Organización Europea para la Investigación Nuclear se reveló el descubrimiento del bosón de Higgs, una partícula subatómica que hasta entonces solamente era una propuesta teórica para el entendimiento de la naturaleza de la masa en la materia.
Explicó que para el colosal desafío se desarrolló en las últimas dos décadas la tecnología más avanzada en lo que concierne a los aceleradores de partículas, hoy en día aplicados en el área de la medicina y el tratamiento del cáncer, y se avanzó en las tecnologías de información con la creación del GRID (una red mundial que enlaza los centros más potentes de cómputo).
“Por lo que se cuenta actualmente con una tecnología muy avanzada al servicio de la ciencia”, enfatizó Subieta.
El CERN construyó entre 1998 y 2008, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC en inglés) que es el colisionador de partículas más grande y de mayor energía. Se encuentra en un túnel de 27 kilómetros de circunferencia, a una profundidad de 175 metros bajo tierra, debajo de la frontera entre Francia y Suiza, cerca de Ginebra.
Con el Gran Colisionador de Hadrones, los físicos hacen chocar entre sí partículas subatómicas (principalmente protones, uno de los constituyentes del núcleo del átomo) en diferentes puntos seleccionados, donde se ubican grandes detectores.
Éstos registran partículas resultantes de las colisiones para estudiar los elementos que componen la materia de la que está hecha el universo y sus interacciones.
Programa de apoyo
Subieta que se especializó en astrofísica dirigida a la física de altas energías durante sus estudios en los laboratorios del Gran Colisionador de Hadrones, informó que en marzo, el CERN creó un programa de apoyo a la lucha contra pandemia del Covid-19, “poniéndose al servicio de la sociedad en general, no sólo los recursos tecnológicos, sino también recursos humanos de alto nivel para poder colaborar con los expertos a nivel mundial”.
“Se está poniendo a disposición el poder de cómputo de todo el mundo con el “GRID” (sistema de computación que permite compartir recursos no centrados geográficamente para resolver problemas a gran escala) para dar una pronta respuesta al complejo estudio y entendimiento del virus, y sus alcances en la pandemia”, aseveró el físico y ex director del Planetario Max Schreier.
El científico boliviano, docente e investigador de la carrera de Física de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y que también obtuvo un posdoctorado del 2011 al 2013 en el CERN con el experimento ALICE (pos sus siglas en inglés), considera que, “es solo el comienzo en una lucha colosal contra un enemigo invisible”.
Respecto de la relación existente de Bolivia con la Organización Europea para la Investigación Nuclear, Subieta anunció que impulsa un convenio macro entre el Estado boliviano, el CERN y la UMSA, “para poder fortalecer los vínculos científicos de las instituciones”.