Áñez se lanza; Mesa, Camacho, Tuto, Chi y Arce en carrera
La sorpresa no era tan sorpresa luego de la foto de Alasitas. Lo de que Áñez sería candidata de Demócratas se veía venir desde mucho antes, antes incluso de que sus ministros entraran en esa campaña sui géneris de respaldo total casi mesiánico que tanto recordaba al pasado reciente. La...



La sorpresa no era tan sorpresa luego de la foto de Alasitas. Lo de que Áñez sería candidata de Demócratas se veía venir desde mucho antes, antes incluso de que sus ministros entraran en esa campaña sui géneris de respaldo total casi mesiánico que tanto recordaba al pasado reciente. La sorpresa eran los aliados: tanto Adrián Oliva de Todos como Luis Revilla de Sol.bo decidieron cambiar de bando, dejando a Mesa atrás y colocándose en la estela triunfalista que va dejando estos días la Presidenta.
Porque Áñez no va a dejar de ser Presidenta. No lo va a hacer. La Constitución le avala. Otra cosa es cómo vaya a caer entre los votantes que se repitan las lógicas de campaña que tanto se criticaron al Movimiento Al Socialismo (MAS). De hecho, hace semanas que toda la acción comunicativa del Gobierno venía fabricando la candidata, que finalmente se concretó en el salón del ex Radisson.
En el salón había un nutrido grupo de políticos profesionales y muchos ministros. Algunos ejercían como Ministros, otros como jefes de partido. Es el caso de Víctor Hugo Zamora, ministro de Hidrocarburos y jefe de UNIR, la agrupación departamental de Óscar Montes, y que se metió en la firma del acuerdo. Todos y UNIR, que han tenido sus más y sus menos en estos últimos años, forman parte de la misma alianza electoral.
El grupo más numeroso era el de Luis Revilla, claro, que jugaba en casa. De hecho se escucharon más gritos de “Lucho, Lucho” que de “Presidenta, Presidenta”. Los medios paceños daban por segura su candidatura vicepresidencial, pero en esto de la política, nunca se sabe. También suena el Tata Quispe o Karen Longaric. Oliva, por si acaso, apostó por Revilla.
Concurrencia
El 3 de febrero se presentarán los binomios definitivos por todas las alianzas que quieren participar en la elección del 3 de mayo
La agrupación se llama “Juntos”, aunque la Presidenta no la citó en su alocución. Se limitó a comunicar que había aceptado el desafío para cuidar lo conseguido en la transición. Unas palabras que recuerdan demasiado a las de Morales luego de negar el resultado del 21 de febrero.
La decisión tendrá consecuencias en el plano internacional: ya no hay Gobierno de Transición; y en el TSE, pues difícilmente podría continuar como Presidente Salvador Romero, nombrado directamente por la candidata.
Los “otros”
Nada más anunciarse la candidatura de Jeanine Áñez y la alianza con Oliva y Revilla, todos los ojos se volvieron hacia Carlos Mesa, muy mermado en lo operativo a partir del golpe recibido. Le costó reaccionar, pero acabó confirmando su postulación y su Comunidad Ciudadana. Después, vistos los números de octubre y las reacciones en redes, es posible que salga reforzado de este embate. Mesa reeditó con nuevos socios a Comunidad Ciudadana con el FRI como base y el apoyo de dos agrupaciones locales: Jesús Lara de Cochabamba y Chuquisaca somos todos, que la abre a un sector campesino relevante.
El primero en registrar su alianza fue Tuto Quiroga, que pese a sus intentos no logró atraer a Áñez hacia su binomio. Su alianza se llama Libre21 y tiene como base al MNR. Tuto tiene un amplio respaldo en la comunidad internacional liberal y conoce a la perfección los mecanismos lobistas en Estados Unidos, que seguro le servirán para recaudar fondos, pero su fuerza llega muy mermada a la hora de la verdad.
El segundo fue el de Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari. Se llamarán Creemos, construida sobre la sigla de UCS, que no tiene base pero que hace tiempo viene construyendo un discurso conservador. Los excívicos venían tocados, pero la alianza de Áñez y otros grupos políticos le han dado cobertura para resurgir: “abuso de poder”, “más de lo mismo” y sobre todo “más políticos profesionales”.
En solitario concurrirán, por el momento, Chi Hyun Chung, que ya sacó más de 10% de la votación en octubre con el discurso conservador cristiano y, evidentemente, el binomio del MAS encabezado por Luis Arce Catacora y secundado por David Choquehuanca.
La próxima fecha a tomar en cuenta es la del 3 de febrero, donde sí se registrarán los nombres de los candidatos y se darán por conformados los binomios. No sería la primera vez que una alianza no llega a esa fecha. En cualquier caso, la batalla por los encuadres y los relatos ya han empezado.
Porque Áñez no va a dejar de ser Presidenta. No lo va a hacer. La Constitución le avala. Otra cosa es cómo vaya a caer entre los votantes que se repitan las lógicas de campaña que tanto se criticaron al Movimiento Al Socialismo (MAS). De hecho, hace semanas que toda la acción comunicativa del Gobierno venía fabricando la candidata, que finalmente se concretó en el salón del ex Radisson.
En el salón había un nutrido grupo de políticos profesionales y muchos ministros. Algunos ejercían como Ministros, otros como jefes de partido. Es el caso de Víctor Hugo Zamora, ministro de Hidrocarburos y jefe de UNIR, la agrupación departamental de Óscar Montes, y que se metió en la firma del acuerdo. Todos y UNIR, que han tenido sus más y sus menos en estos últimos años, forman parte de la misma alianza electoral.
El grupo más numeroso era el de Luis Revilla, claro, que jugaba en casa. De hecho se escucharon más gritos de “Lucho, Lucho” que de “Presidenta, Presidenta”. Los medios paceños daban por segura su candidatura vicepresidencial, pero en esto de la política, nunca se sabe. También suena el Tata Quispe o Karen Longaric. Oliva, por si acaso, apostó por Revilla.
Concurrencia
El 3 de febrero se presentarán los binomios definitivos por todas las alianzas que quieren participar en la elección del 3 de mayo
La agrupación se llama “Juntos”, aunque la Presidenta no la citó en su alocución. Se limitó a comunicar que había aceptado el desafío para cuidar lo conseguido en la transición. Unas palabras que recuerdan demasiado a las de Morales luego de negar el resultado del 21 de febrero.
La decisión tendrá consecuencias en el plano internacional: ya no hay Gobierno de Transición; y en el TSE, pues difícilmente podría continuar como Presidente Salvador Romero, nombrado directamente por la candidata.
Los “otros”
Nada más anunciarse la candidatura de Jeanine Áñez y la alianza con Oliva y Revilla, todos los ojos se volvieron hacia Carlos Mesa, muy mermado en lo operativo a partir del golpe recibido. Le costó reaccionar, pero acabó confirmando su postulación y su Comunidad Ciudadana. Después, vistos los números de octubre y las reacciones en redes, es posible que salga reforzado de este embate. Mesa reeditó con nuevos socios a Comunidad Ciudadana con el FRI como base y el apoyo de dos agrupaciones locales: Jesús Lara de Cochabamba y Chuquisaca somos todos, que la abre a un sector campesino relevante.
El primero en registrar su alianza fue Tuto Quiroga, que pese a sus intentos no logró atraer a Áñez hacia su binomio. Su alianza se llama Libre21 y tiene como base al MNR. Tuto tiene un amplio respaldo en la comunidad internacional liberal y conoce a la perfección los mecanismos lobistas en Estados Unidos, que seguro le servirán para recaudar fondos, pero su fuerza llega muy mermada a la hora de la verdad.
El segundo fue el de Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari. Se llamarán Creemos, construida sobre la sigla de UCS, que no tiene base pero que hace tiempo viene construyendo un discurso conservador. Los excívicos venían tocados, pero la alianza de Áñez y otros grupos políticos le han dado cobertura para resurgir: “abuso de poder”, “más de lo mismo” y sobre todo “más políticos profesionales”.
En solitario concurrirán, por el momento, Chi Hyun Chung, que ya sacó más de 10% de la votación en octubre con el discurso conservador cristiano y, evidentemente, el binomio del MAS encabezado por Luis Arce Catacora y secundado por David Choquehuanca.
La próxima fecha a tomar en cuenta es la del 3 de febrero, donde sí se registrarán los nombres de los candidatos y se darán por conformados los binomios. No sería la primera vez que una alianza no llega a esa fecha. En cualquier caso, la batalla por los encuadres y los relatos ya han empezado.