El cáncer se lleva todos los días a mamás jóvenes
Una de las realidades a las que la Agencia de Noticias Fides (ANF) le dedicó tiempo y coberturas fue la del cáncer en el país. Evidenciar el drama, las condiciones precarias, la falta de atención oportuna e insumos necesarios, así como el dolor de varias madres al tener que partir dejando a...
Una de las realidades a las que la Agencia de Noticias Fides (ANF) le dedicó tiempo y coberturas fue la del cáncer en el país. Evidenciar el drama, las condiciones precarias, la falta de atención oportuna e insumos necesarios, así como el dolor de varias madres al tener que partir dejando a sus hijos en la orfandad o al cuidado de algún pariente, ha sido un desafío.
Y es que, en Bolivia, el cáncer de cuello uterino es la primera causa de muerte en mujeres. Según el Ministerio de Salud, cada día cuatro mujeres pierden la vida por esta causa.
La responsable de Lucha Contra el Cáncer del Ministerio de Salud, Sdenka Maury, informó que el aumento de casos cervicouterino se debe a que más jóvenes inician su vida sexual a temprana edad que es un factor para contraer el Virus de Papiloma Humano, la falta de controles preventivos, como el Papanicolau.
Del lunes 27 de mayo al 3 de junio, solamente, tres jóvenes madres, Margarita (25), Verónica (29) y Deysi (25) fallecieron a causa del cáncer cervicouterino. Las mujeres dejaron ocho pequeños en la orfandad, todos menores de edad.
El cáncer cervicouterino ataca, cada vez más a mujeres jóvenes entre 17 a 25 años, según informó a ANF la responsable de Lucha Contra el Cáncer del Ministerio de Salud. Hace años atrás, la prevalencia de esta enfermedad estaba entre 35 y 50.
“Durante muchos años, el cáncer cervicouterino ha estado en un grupo de edad entre 35 años para adelante, pero ahora, según los últimos datos de nuestro registro nacional, hay casos desde los 17, 18 y 25 años”, indicó.
Margarita
Uno de esos casos que conmovió a la población fue el de Margarita Ramos que, en junio, cumpliría 26. Era madre de tres niños de 9, 7 y 3 años. El más pequeño, Miki, tiene síndrome de Noonan, un trastorno genético que evita el desarrollo normal de varias partes del cuerpo; además genera baja estatura, defectos cardíacos y posible retraso mental.
La más grande preocupación de Margarita eran sus retoños que tuvo junto a su pareja Benjamín Pari. Siempre repetía que sus pequeños “le valían oro” y que por ellos quería vivir, pero pese a su fortaleza, el dolor en el cérvix de a poco le fue quitando la vitalidad hasta dejarla con un peso mínimo y sin fuerzas para levantarse. Finalmente, el 27 de mayo, la enfermedad acabó con su vida.
“Vas a cuidar a las wawas”, esa fue una de las últimas recomendaciones que dio Margarita Ramos a su esposo.
Verónica
Verónica con 29 años, luchaba desde hace tiempo contra el cáncer de cérvix. Madre de cuatro menores de 11, 9, 8 y 4 años. Fue abandonada por su esposo, luego de que él se enteró que padecía cáncer.
La abuela de Verónica se lamenta porque no sabe qué pasará con sus bisnietos. Ella no puede hacerse cargo de los pequeños por su edad y por su limitada situación económica.
Deysi
Tenía 25 años y el cáncer acabó con su vida un jueves por la mañana. La joven dejó una pequeña de cuatro años. La abuela de la pequeña afirmó que se hará cargo de su nieta, pese a las limitaciones que tiene en su propio hogar.
“Todos los días vamos perdiendo una mamá. Hay que trabajar en prevención para fortalecer el Papanicolau, mamografía. Hay que hacerse un examen completo para evitar el cáncer, la enfermedad no solo afecta a las pacientes, sino a toda la familia. Una mamá muere y los niños quedan a la deriva y no se sabe qué va ser de estos pequeños”, lamenta la presidenta de la Asociación de Personas con Cáncer, Rosario Calle.