La tensión en la UMSS y el pulso en la Asamblea marcan la jornada
Jornada de transición luego de una semana intensa en la que la política quiere imponerse, pero puede embarrarse. Ayer se vivió en la Universidad Mayor de San Simón y en la Asamblea. La pacificación ha sido tal vez “demasiado rápida” y el duelo tal vez “demasiado corto”. Aun no se...
Jornada de transición luego de una semana intensa en la que la política quiere imponerse, pero puede embarrarse. Ayer se vivió en la Universidad Mayor de San Simón y en la Asamblea. La pacificación ha sido tal vez “demasiado rápida” y el duelo tal vez “demasiado corto”.
Aun no se ha cumplido un mes de la salida de Evo Morales del país y no parece posible que el MAS ya esté buscando nuevos candidatos. Aunque el ritmo está acelerado para todos. Por partes.La Ley de Garantías Constitucionales que el Movimiento Al Socialismo (MAS) impulsa en la Asamblea no sale de la nada.
Es parte de la negociación de aquella mesa discreta de la zona sur de La Paz que coordinó el Ministro de la Presidencia más breve de la historia, Jerjes Justiniano, y que evidentemente debía acabar en un ganar – ganar, al menos aparente.
El MAS lo había perdido todo, no solo la Presidencia, y apenas le quedaba la calle. El nuevo Gobierno tenía el decreto de las balas, que podía haber costado demasiado al país. Convocar elecciones y salvaguardar los procedimientos para enjuiciar a las exautoridades - una figura legal similar a la de cualquier país del en-torno y que el MAS no quiso incluir en su Constitución – parece ser el camino correcto. Pero algunos prefieren jugar con fuego.
Ya sin Justiniano en el escenario, escarmentado por sus formas y sus ambiciones, los puentes de negociación se han dinamitado y las consecuencias pueden salir caras.
La tensión
Ayer en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba se vivió una de esas escenas que evidencian que lo que ha pasado en Bolivia no va de racismo, sino de controversias políticas. Allí llegaba Marco Pumari, el cívico potosino que lleva paso propio tras las pro-testas, y se encontró con una manifestación de estudiantes que rechazaban su presencia y que se empleó a fondo para evitarle el paso.
El asunto no pasó a mayores y la Conferencia se realizó, pero sí deja una lectura concreta para los “aventureros” cívicos que no han dudado en dar el salto a la política mayor, como ha confirmado Luis Fernando Camacho con mucha determinación y todavía el propio Pumari, que despliega su estrategia al estilo netamente potosino: el país necesita pacificarse de verdad.
De eso hablaba Samuel Doria Medina hace unos días citando a Churchill y a los hombres que valen para la guerra y los que valen para la paz. A eso también va a volver a jugar Carlos Mesa, que ya transitó dos años de Gobierno post Goni, y que se ha apartado calculadamente del escenario mientras se agotan las emociones.
Sobre eso parece que también girará el nuevo grupo Áñez – Tuto – Murillo que parece empieza a conformarse.
¿Remiendo?
Mientras en la Asamblea se discutía el proyecto de Ley de Garantías, la Presidenta Jeanine Áñez firmaba un decreto que establecía la indemnización a las familias de los 29 fallecidos en los conflictos posteriores al 20 de octubre de 50.000 bolivianos en una paga única.
Una solución que violenta a muchos, y más al tratar de argumentar que con esa acción ya no tenía sentido la mencionada Ley.El MAS tiene los dos tercios de la Asamblea, suficiente para que la Ley salga adelante.
Otra cosa es que la Presidenta no la promulgue, una situación que no ha sucedido en la historia del Estado Plurinacional y que puede reponer la situación crítica en el país, sobre todo ahora que también se deben empezar a resolver los plazos electorales y la ampliación de mandatos más allá del plazo Constitucional, un proceso que puede devolver al MAS la Presidencia a partir del 22 de enero.
El informe de la OEA, listo para la Fiscalía
El informe definitivo de la OEA no vino a desvelar grandes novedades respecto al preliminar y será la Fiscalía quien deba determinar en una investigación real el alcance de lo sucedido y sus consecuencias.
La OEA establece que se armó una estructura informática secreta y que se utilizó en los últimos porcentajes del cómputo. En lo que se refiere a Tarija, el informe libera al Tribunal Electoral Departamental de responsabilidades por la custodia del material y centra las miradas en el nacional.
Aun no se ha cumplido un mes de la salida de Evo Morales del país y no parece posible que el MAS ya esté buscando nuevos candidatos. Aunque el ritmo está acelerado para todos. Por partes.La Ley de Garantías Constitucionales que el Movimiento Al Socialismo (MAS) impulsa en la Asamblea no sale de la nada.
Es parte de la negociación de aquella mesa discreta de la zona sur de La Paz que coordinó el Ministro de la Presidencia más breve de la historia, Jerjes Justiniano, y que evidentemente debía acabar en un ganar – ganar, al menos aparente.
El MAS lo había perdido todo, no solo la Presidencia, y apenas le quedaba la calle. El nuevo Gobierno tenía el decreto de las balas, que podía haber costado demasiado al país. Convocar elecciones y salvaguardar los procedimientos para enjuiciar a las exautoridades - una figura legal similar a la de cualquier país del en-torno y que el MAS no quiso incluir en su Constitución – parece ser el camino correcto. Pero algunos prefieren jugar con fuego.
Ya sin Justiniano en el escenario, escarmentado por sus formas y sus ambiciones, los puentes de negociación se han dinamitado y las consecuencias pueden salir caras.
La tensión
Ayer en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba se vivió una de esas escenas que evidencian que lo que ha pasado en Bolivia no va de racismo, sino de controversias políticas. Allí llegaba Marco Pumari, el cívico potosino que lleva paso propio tras las pro-testas, y se encontró con una manifestación de estudiantes que rechazaban su presencia y que se empleó a fondo para evitarle el paso.
El asunto no pasó a mayores y la Conferencia se realizó, pero sí deja una lectura concreta para los “aventureros” cívicos que no han dudado en dar el salto a la política mayor, como ha confirmado Luis Fernando Camacho con mucha determinación y todavía el propio Pumari, que despliega su estrategia al estilo netamente potosino: el país necesita pacificarse de verdad.
De eso hablaba Samuel Doria Medina hace unos días citando a Churchill y a los hombres que valen para la guerra y los que valen para la paz. A eso también va a volver a jugar Carlos Mesa, que ya transitó dos años de Gobierno post Goni, y que se ha apartado calculadamente del escenario mientras se agotan las emociones.
Sobre eso parece que también girará el nuevo grupo Áñez – Tuto – Murillo que parece empieza a conformarse.
¿Remiendo?
Mientras en la Asamblea se discutía el proyecto de Ley de Garantías, la Presidenta Jeanine Áñez firmaba un decreto que establecía la indemnización a las familias de los 29 fallecidos en los conflictos posteriores al 20 de octubre de 50.000 bolivianos en una paga única.
Una solución que violenta a muchos, y más al tratar de argumentar que con esa acción ya no tenía sentido la mencionada Ley.El MAS tiene los dos tercios de la Asamblea, suficiente para que la Ley salga adelante.
Otra cosa es que la Presidenta no la promulgue, una situación que no ha sucedido en la historia del Estado Plurinacional y que puede reponer la situación crítica en el país, sobre todo ahora que también se deben empezar a resolver los plazos electorales y la ampliación de mandatos más allá del plazo Constitucional, un proceso que puede devolver al MAS la Presidencia a partir del 22 de enero.
El informe de la OEA, listo para la Fiscalía
El informe definitivo de la OEA no vino a desvelar grandes novedades respecto al preliminar y será la Fiscalía quien deba determinar en una investigación real el alcance de lo sucedido y sus consecuencias.
La OEA establece que se armó una estructura informática secreta y que se utilizó en los últimos porcentajes del cómputo. En lo que se refiere a Tarija, el informe libera al Tribunal Electoral Departamental de responsabilidades por la custodia del material y centra las miradas en el nacional.