Fitch ve nuevos riesgos en la perspectiva de Bolivia
La agencia calificadora de riesgo crediticio, Fitch Ratings, acaba de bajar la perspectiva de riesgo país de Bolivia de BB- “estable” a “negativo”. Según el comunicado de dicha agencia internacional, se reafirma la calificación de riesgo a largo plazo que tiene Bolivia, que es de...
La agencia calificadora de riesgo crediticio, Fitch Ratings, acaba de bajar la perspectiva de riesgo país de Bolivia de BB- “estable” a “negativo”.
Según el comunicado de dicha agencia internacional, se reafirma la calificación de riesgo a largo plazo que tiene Bolivia, que es de BB-, pero ha cambiado su perspectiva de “estable” a “negativo”.
Coincidentemente, el Banco Central de Bolivia (BCB) utiliza las calificaciones de Fitch para decidir en qué bancos y países se invierten las Reservas Internacionales. Por el momento el Ministerio de Economía no se ha manifestado sobre esta nueva disposición.
Factores de la rebaja
Los “principales factores que podrían, individual o colectivamente, llevar a una rebaja de la calificación” mencionados por la calificadora son tres.
Primero, la “persistencia de elevados déficits gemelos (es decir fiscal y comercial) que erosionan los márgenes de maniobra de liquidez externa y fiscal; por ejemplo, debido a la falta de políticas de ajuste y/o un duradero declive en las exportaciones de gas”. En segundo lugar, una “ralentización pronunciada que se traduzca en inestabilidad macroeconómica o financiera”. Y finalmente “evidencias de restricciones de financiamiento externo”.
Perspectiva negativa
“La Perspectiva de Calificación es Negativo. Consecuentemente, Fitch no anticipa desarrollos con alta probabilidad de llevar a un cambio positivo en la calificación”, agrega el comunicado de la agencia.
Sin embargo, también menciona algunos de los “principales factores” que podrían hacer que Fitch estabilice la perspectiva.
Estas son: “una reducción en el déficit de cuenta corriente que ayude a estabilizar la liquidez de moneda extranjera; por ejemplo, a través de políticas de ajuste o mayores ingresos por exportaciones”, una “sostenida reducción del déficit fiscal que mejore las dinámicas de deuda pública y preserve la liquidez fiscal”, y “evidencia de mejoras en la institucionalidad y el clima de negocios que apoye una mayor inversión y crecimiento”.
De momento, con el país inmerso en la campaña electoral más larga de su historia, no se prevén medidas urgentes en ninguna de esas direcciones.
Según el comunicado de dicha agencia internacional, se reafirma la calificación de riesgo a largo plazo que tiene Bolivia, que es de BB-, pero ha cambiado su perspectiva de “estable” a “negativo”.
Coincidentemente, el Banco Central de Bolivia (BCB) utiliza las calificaciones de Fitch para decidir en qué bancos y países se invierten las Reservas Internacionales. Por el momento el Ministerio de Economía no se ha manifestado sobre esta nueva disposición.
Factores de la rebaja
Los “principales factores que podrían, individual o colectivamente, llevar a una rebaja de la calificación” mencionados por la calificadora son tres.
Primero, la “persistencia de elevados déficits gemelos (es decir fiscal y comercial) que erosionan los márgenes de maniobra de liquidez externa y fiscal; por ejemplo, debido a la falta de políticas de ajuste y/o un duradero declive en las exportaciones de gas”. En segundo lugar, una “ralentización pronunciada que se traduzca en inestabilidad macroeconómica o financiera”. Y finalmente “evidencias de restricciones de financiamiento externo”.
Perspectiva negativa
“La Perspectiva de Calificación es Negativo. Consecuentemente, Fitch no anticipa desarrollos con alta probabilidad de llevar a un cambio positivo en la calificación”, agrega el comunicado de la agencia.
Sin embargo, también menciona algunos de los “principales factores” que podrían hacer que Fitch estabilice la perspectiva.
Estas son: “una reducción en el déficit de cuenta corriente que ayude a estabilizar la liquidez de moneda extranjera; por ejemplo, a través de políticas de ajuste o mayores ingresos por exportaciones”, una “sostenida reducción del déficit fiscal que mejore las dinámicas de deuda pública y preserve la liquidez fiscal”, y “evidencia de mejoras en la institucionalidad y el clima de negocios que apoye una mayor inversión y crecimiento”.
De momento, con el país inmerso en la campaña electoral más larga de su historia, no se prevén medidas urgentes en ninguna de esas direcciones.