El boliviano que creó una empresa de cargadores de celulares y hoy gana millones
Alejandro Rioja Manrique tiene 21 años y es cruceño. Dirige la empresa Flux Ventures que incluye tres negocios y está valuada en el mercado en 15 millones de dólares, según entendidos. Desde pequeño siempre se destacó en matemáticas y ser un apasionado de la tecnología, pero la idea...
Alejandro Rioja Manrique tiene 21 años y es cruceño. Dirige la empresa Flux Ventures que incluye tres negocios y está valuada en el mercado en 15 millones de dólares, según entendidos. Desde pequeño siempre se destacó en matemáticas y ser un apasionado de la tecnología, pero la idea que inició todo surgió cuando la batería de su celular se descargó en una reunión con amigos.
"El primer juguete que me dio mi padre fue una computadora, desde entonces siempre estuve investigando y luego pasando cursos en línea. Con el tiempo tuve ídolos como Steve Jobs y otros que transformaron sus ideas a través de la tecnología para ofrecerlas al mundo”, comenta Rioja a través de una conversación telefónica con Página Siete desde California.
Recién graduado del colegio, dejó Bolivia hace cuatro años para estudiar Ciencias de la Computación en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA). Consideraba que iba a tener muchas oportunidades para emprender un negocio propio por la cercanía a Silicon Valley y no se equivocó.
Fue becado por Apple, Microsoft y Google para pagar parcialmente sus estudios y desde que llegó a Estados Unidos se desempeñó como freelance en diferentes compañías.
La idea ganadora
Hoy, en el quinto año de la universidad, ha posesionado los tres negocios de Flux Ventures: una empresa de promoción y marketing digital por Snapchat, una consultora de desarrollo de software y un fondo de inversión.
Las tres compañías han trabajado con Google, UCLA, la Bolsa de Valores de los Estados Unidos, Sprite, Nike, entre otras.
Recuerda que todo empezó cuando asistió a una reunión con amigos y se le acabó la batería del celular, el cargador portátil que le prestaron era todo menos práctico. Fue entonces que surgió la idea de crear un cargador liviano, que se pueda llevar en el bolsillo y que tenga un diseño elegante.
"Alguien me prestó su cargador y era voluminoso, necesitaba un cable externo y no estaba diseñado en forma elegante. Con mi socio decidimos crear la empresa Flux Charger en junio de 2015. Gracias a sus contactos con una empresa manufacturera en China se pudo empezar a producir los cargadores portátiles en Shenzhen”, detalla. El capital con el que se contaba era de 20.000 dólares. Uno de los emprendedores que Rioja admira es Richard Branson, que creó la empresa Virgin Group, un holding, sociedad financiera que posee la mayoría de acciones y lleva la administración de un conjunto de empresas que se dedican a diversas actividades. El joven boliviano decidió que esa era la línea para seguir, pero el inicio fue mucho más humilde.
Venta de cargadores en la calle
Cuando el dispositivo portátil estaba listo, él y su socio sabían que era de calidad, el problema era que nadie lo conocía. Rioja tomó una caja que contenía 200 unidades y salió a venderlos a las calles.
"Uno de los grandes lugares que ubiqué para vender los cargadores eran las playas de Los Ángeles porque había mucha gente estaba paseando. Entonces tenía tiempo para conversar y que les venda el producto”, recuerda el emprendedor.
Eso le permitió conocer lo que las personas pensaban sobre el dispositivo portátil , logró que la empresa tenga un capital y los turistas que adquirieron su producto lo llevaron a sus países, lo que ayudó a difundir la marca.
Hoy, los cargadores Flux se venden en 91 países. Los principales son Estados Unidos y Reino Unido.
El producto estrella
La compañía tiene dos modelos de cargador, el Flux Charger que tiene amperaje de 4.000 de batería que sirve para dos cargas de celular, tiene dos puertos USB y dos cables integrados (para iPhone y Android). Su peso es de 88 gramos y tiene un precio de 30 dólares (alrededor de 210 bolivianos).
El Flux Charger Plus tiene 10.000 de amperaje y es ideal para cargar computadoras portátiles, también cuenta con dos cables integrados, dos puertos USB, pesa 200 gramos y cuesta 60 dólares (alrededor de 420 bolivianos). Ambos están disponibles en negro y blanco.
Actualmente, la empresa vende alrededor de 10.000 cargadores a empresas y otros miles a usuarios.
Que los cargadores sean reseñados y recomendados en páginas de tecnología como Yahoo Tech promovió la difusión del producto y el crecimiento de la empresa. Hasta el momento, más de medio centenar del sitios y blogs se han referido a Flux Chargers.
Su sueño es que Flux Ventures tenga 100 empresas líderes en un centenar de diferentes industrias. De momento, las cifras dicen que está en el camino correcto, las proyecciones de ganancias para 2017 son de tres millones de dólares.
"Siempre tuve el sueño de crear mi empresa. Parte de esa influencia se dio al leer las biografías de las personas que admiro como Steve Jobs (...). Mi primera empresa la tuve a los 15 años y al llegar a los Estados Unidos no cambié de horizonte a pesar de no tener contactos”, complementa Rioja.
No tuvo problema en llegar a un país extraño para perseguir su sueño o de vender un producto de su empresa en la calle. La seguridad que tiene en sí mismo y su capacidad de adaptación fortalecieron su misión y ambición por lograr aquello que aún persigue. Todo siempre con un alto sentido de la sencillez.
Su secreto: leer todos los días y asistir a conferencias constantemente para seguir aprendiendo cómo convertirse en el mejor empresario que pueda ser. Dice que no se siente diferente del resto de las personas, que si cualquier ser humano se empeña en lograr lo que quiere será casi imposible detenerlo. Al parecer la era de Flux en los ámbitos más variados está por sorprender a más de un rubro sea o no tecnológico.
Tomado de Página 7
"El primer juguete que me dio mi padre fue una computadora, desde entonces siempre estuve investigando y luego pasando cursos en línea. Con el tiempo tuve ídolos como Steve Jobs y otros que transformaron sus ideas a través de la tecnología para ofrecerlas al mundo”, comenta Rioja a través de una conversación telefónica con Página Siete desde California.
Recién graduado del colegio, dejó Bolivia hace cuatro años para estudiar Ciencias de la Computación en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA). Consideraba que iba a tener muchas oportunidades para emprender un negocio propio por la cercanía a Silicon Valley y no se equivocó.
Fue becado por Apple, Microsoft y Google para pagar parcialmente sus estudios y desde que llegó a Estados Unidos se desempeñó como freelance en diferentes compañías.
La idea ganadora
Hoy, en el quinto año de la universidad, ha posesionado los tres negocios de Flux Ventures: una empresa de promoción y marketing digital por Snapchat, una consultora de desarrollo de software y un fondo de inversión.
Las tres compañías han trabajado con Google, UCLA, la Bolsa de Valores de los Estados Unidos, Sprite, Nike, entre otras.
Recuerda que todo empezó cuando asistió a una reunión con amigos y se le acabó la batería del celular, el cargador portátil que le prestaron era todo menos práctico. Fue entonces que surgió la idea de crear un cargador liviano, que se pueda llevar en el bolsillo y que tenga un diseño elegante.
"Alguien me prestó su cargador y era voluminoso, necesitaba un cable externo y no estaba diseñado en forma elegante. Con mi socio decidimos crear la empresa Flux Charger en junio de 2015. Gracias a sus contactos con una empresa manufacturera en China se pudo empezar a producir los cargadores portátiles en Shenzhen”, detalla. El capital con el que se contaba era de 20.000 dólares. Uno de los emprendedores que Rioja admira es Richard Branson, que creó la empresa Virgin Group, un holding, sociedad financiera que posee la mayoría de acciones y lleva la administración de un conjunto de empresas que se dedican a diversas actividades. El joven boliviano decidió que esa era la línea para seguir, pero el inicio fue mucho más humilde.
Venta de cargadores en la calle
Cuando el dispositivo portátil estaba listo, él y su socio sabían que era de calidad, el problema era que nadie lo conocía. Rioja tomó una caja que contenía 200 unidades y salió a venderlos a las calles.
"Uno de los grandes lugares que ubiqué para vender los cargadores eran las playas de Los Ángeles porque había mucha gente estaba paseando. Entonces tenía tiempo para conversar y que les venda el producto”, recuerda el emprendedor.
Eso le permitió conocer lo que las personas pensaban sobre el dispositivo portátil , logró que la empresa tenga un capital y los turistas que adquirieron su producto lo llevaron a sus países, lo que ayudó a difundir la marca.
Hoy, los cargadores Flux se venden en 91 países. Los principales son Estados Unidos y Reino Unido.
El producto estrella
La compañía tiene dos modelos de cargador, el Flux Charger que tiene amperaje de 4.000 de batería que sirve para dos cargas de celular, tiene dos puertos USB y dos cables integrados (para iPhone y Android). Su peso es de 88 gramos y tiene un precio de 30 dólares (alrededor de 210 bolivianos).
El Flux Charger Plus tiene 10.000 de amperaje y es ideal para cargar computadoras portátiles, también cuenta con dos cables integrados, dos puertos USB, pesa 200 gramos y cuesta 60 dólares (alrededor de 420 bolivianos). Ambos están disponibles en negro y blanco.
Actualmente, la empresa vende alrededor de 10.000 cargadores a empresas y otros miles a usuarios.
Que los cargadores sean reseñados y recomendados en páginas de tecnología como Yahoo Tech promovió la difusión del producto y el crecimiento de la empresa. Hasta el momento, más de medio centenar del sitios y blogs se han referido a Flux Chargers.
Su sueño es que Flux Ventures tenga 100 empresas líderes en un centenar de diferentes industrias. De momento, las cifras dicen que está en el camino correcto, las proyecciones de ganancias para 2017 son de tres millones de dólares.
"Siempre tuve el sueño de crear mi empresa. Parte de esa influencia se dio al leer las biografías de las personas que admiro como Steve Jobs (...). Mi primera empresa la tuve a los 15 años y al llegar a los Estados Unidos no cambié de horizonte a pesar de no tener contactos”, complementa Rioja.
No tuvo problema en llegar a un país extraño para perseguir su sueño o de vender un producto de su empresa en la calle. La seguridad que tiene en sí mismo y su capacidad de adaptación fortalecieron su misión y ambición por lograr aquello que aún persigue. Todo siempre con un alto sentido de la sencillez.
Su secreto: leer todos los días y asistir a conferencias constantemente para seguir aprendiendo cómo convertirse en el mejor empresario que pueda ser. Dice que no se siente diferente del resto de las personas, que si cualquier ser humano se empeña en lograr lo que quiere será casi imposible detenerlo. Al parecer la era de Flux en los ámbitos más variados está por sorprender a más de un rubro sea o no tecnológico.
Tomado de Página 7