Designan a exfiscal Guerrero cónsul de Chile y oposición dice que Evo premió su "llunkerio"
A tres mes de haber dejado las funciones de Fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero, fue designado por el Gobierno en el cargo de cónsul de Chile. La oposición califica de una “vergüenza” el nombramiento. “Es la información que tenemos”, dijo de manera escueta el diputado David...
A tres mes de haber dejado las funciones de Fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero, fue designado por el Gobierno en el cargo de cónsul de Chile. La oposición califica de una “vergüenza” el nombramiento.
“Es la información que tenemos”, dijo de manera escueta el diputado David Ramos (MAS) a la ANF, al ser consultado sobre la designación de Guerrero en la función diplomática.
La exautoridad ejerció sus funciones hasta el 22 de octubre del año pasado, hasta que su sucesor Juan Lanchipa fue posesionado el 23 de ese mes, para asumir la máxima función en el Ministerio Público.
“Esta es una designación a quien ha desinstitucionalizado el Ministerio Público y un premio a la actuación sumisa al poder político”, protestó el diputado Wilson Santamaría.
Guerrero fue constituyente por el MAS, posteriormente fue nombrado por el presidente Evo Morales magistrado de la extinta Corte Suprema de Justicia en la etapa de transición.
Luego trabajó estrechamente con el oficialismo, se postuló al cargo de Fiscal General del Estado y recibió el voto de confianza del Movimiento al Socialismo.
Su gestión fue cuestionada y calificada como una de las “peores” de la última década, según la oposición, porque demostró absoluta sumisión política al Ejecutivo.
Sin embargo, el oficialismo ha salido en defensa de la exautoridad, el diputado Franklin Flores, dijo que “tiene todos los méritos para ejercer esas funciones”, por toda su trayectoria profesional.
Santamaría refutó esta visión, aseguró que la gestión de Guerrero se caracterizó por la ineficiencia y por la “protección al más alto nivel de las autoridades, incluido el presidente, Evo Morales”.
Citó el caso Gabriela Zapata como una evidencia de que el MAS no podía abandonar “a su compañero”, por lo tanto, fue enviado al “exilio dorado”, para oxigenarse y mantenerlo leal a las filas del oficialismo.
“Es una vergüenza que el servicio exterior se convierta en el refugio a los serviles y a los llunk’us, porque Guerrero demostró siempre su llunk'erio”, dijo a ANF.
Guerrero dejó sus funciones cuestionado por el manejo de casos clave que dejó inconclusos, como el caso Illanes y el conflicto de los mineros cooperativistas; las dos explosiones en Oruro, el último caso del Bebé Alexander por el que fue señalado de haber manipulado políticamente el caso hasta acusar a un inocente.
Tomado de ANF
“Es la información que tenemos”, dijo de manera escueta el diputado David Ramos (MAS) a la ANF, al ser consultado sobre la designación de Guerrero en la función diplomática.
La exautoridad ejerció sus funciones hasta el 22 de octubre del año pasado, hasta que su sucesor Juan Lanchipa fue posesionado el 23 de ese mes, para asumir la máxima función en el Ministerio Público.
“Esta es una designación a quien ha desinstitucionalizado el Ministerio Público y un premio a la actuación sumisa al poder político”, protestó el diputado Wilson Santamaría.
Guerrero fue constituyente por el MAS, posteriormente fue nombrado por el presidente Evo Morales magistrado de la extinta Corte Suprema de Justicia en la etapa de transición.
Luego trabajó estrechamente con el oficialismo, se postuló al cargo de Fiscal General del Estado y recibió el voto de confianza del Movimiento al Socialismo.
Su gestión fue cuestionada y calificada como una de las “peores” de la última década, según la oposición, porque demostró absoluta sumisión política al Ejecutivo.
Sin embargo, el oficialismo ha salido en defensa de la exautoridad, el diputado Franklin Flores, dijo que “tiene todos los méritos para ejercer esas funciones”, por toda su trayectoria profesional.
Santamaría refutó esta visión, aseguró que la gestión de Guerrero se caracterizó por la ineficiencia y por la “protección al más alto nivel de las autoridades, incluido el presidente, Evo Morales”.
Citó el caso Gabriela Zapata como una evidencia de que el MAS no podía abandonar “a su compañero”, por lo tanto, fue enviado al “exilio dorado”, para oxigenarse y mantenerlo leal a las filas del oficialismo.
“Es una vergüenza que el servicio exterior se convierta en el refugio a los serviles y a los llunk’us, porque Guerrero demostró siempre su llunk'erio”, dijo a ANF.
Guerrero dejó sus funciones cuestionado por el manejo de casos clave que dejó inconclusos, como el caso Illanes y el conflicto de los mineros cooperativistas; las dos explosiones en Oruro, el último caso del Bebé Alexander por el que fue señalado de haber manipulado políticamente el caso hasta acusar a un inocente.
Tomado de ANF