Luis Revilla fuera de la burbuja
El exalcalde de La Paz mantuvo siempre una estructura funcionarial a nivel nacional y cuidó su presencia mediática en todos los departamentos, pero no le alcanzó siquiera para medirse



Hubo un tiempo en el que todos los focos apuntaban a Luis Revilla, el apuesto alcalde de La Paz que había mamado política desde su tierna infancia. Salto a la primera línea de la política de la mano de Juan del Granado a mediados de los 90, juntos gestaron la escisión del MIR que acabó llamándose el Movimiento Sin Miedo y que gano las elecciones en 1999. Del Granado se convirtió en alcalde, Revilla en concejal con apenas 27 años.
Abogado de la UMSA y socialdemócrata por herencia mirista, Revilla se pateó a fondo las calles de La Paz tejiendo una red de peso entre los barrios y subalcaldías que le permitió tener un conocimiento profundo de la dinámica de la ciudad y casi todos sus entresijos. En la segunda gestión de Del Granado prefirió quedarse en la parte ejecutiva y en 2010, cuando su mentor se retiró no hubo dudas de quién iba a asumir toda la estructura.
Revilla ganó sin mucho esfuerzo en 2010 cuando el MSM ya había roto una alianza coyuntural con el MAS forjada al calor de los reclamos capitalinos de la nueva Constitución y toda la ola procesista de aquellos años.
Quienes cubrieron política local en aquellos años en La Paz recuerdan que, desde el primer día, y aún estando muy concentrado en la gestión, no dejó de mirar la política nacional. Quienes cubrimos en “provincias” damos fe de que mantenía una pequeña estructura funcionarial en diferentes municipios del país que hacían netamente trabajo político y que tenía la costumbre de hacer giras periódicas cuidando su presencia mediática.
Hay una leyenda negra sobre quién empujó a quién a aquella candidatura sui géneris de Juan del Granado a la presidencia en 2014`con el Movimiento Sin Miedo en solitario al que al final le estafaron un par de diputados en La Paz por no haber llegado al 3% mínimo en el conjunto nacional. Lo más probable es que Revilla quisiera sondear en simulación real el alcance de sus posibilidades de futuro y lanzó al único candidato en su entorno con más visibilidad que él, que al final asumió la tarea casi como el último sacrificio de un soldado ya tocado.
El resultado fue la muerte y disolución por la vía de urgencia del Movimiento Sin Miedo y el nacimiento de Soberanía y Libertad, abreviado SOL para un Luis muy regio y afanado en convertirse en un astro inspirador desde la “ciudad maravilla”, donde con algunos problemas más consiguió revalidar.
Ahí redobló la apuesta mediática y estructural, pero la gestión empezó a pasar factura y los escándalos también. Hizo lo que pudo, matrimonio mediático incluido, pero llegó con la lengua fuera a 2019 donde lo más que pudo hacer fue firmarle un apoyo a Carlos Mesa y quedarse al costado. El sol se fue apagando de tal manera que no solo renunció a la buscar la Alcaldía por tercera vez - con la repostulación vigente entonces por el cambio de doctrina provocada por Morales - sino que ni siquiera pudo garantizar una sucesión ordenada.
El 29 de enero de 2022 se declaró en la clandestinidad ante la sucesión de juicios que le sobrevenían tras perder la Alcaldía y no, no tiene sello rojo de la Interpol, pero el arco opositor lo ha dado ya por político amortizado.
No está y no se le espera… de momento.