Boyuy – Jaguar, ¿carrera de profundidad?
Muchos insisten en comparar el Gobierno de Jeanine Áñez con el de Evo Morales, básicamente por el uso de recursos del Estado y de la gestión institucional para garantizar su continuidad en el poder. Otros lo niegan, claro. Donde hay pocas dudas de las semejanzas es precisamente en el...



Muchos insisten en comparar el Gobierno de Jeanine Áñez con el de Evo Morales, básicamente por el uso de recursos del Estado y de la gestión institucional para garantizar su continuidad en el poder. Otros lo niegan, claro.
Donde hay pocas dudas de las semejanzas es precisamente en el Ministerio de Hidrocarburos, donde se ha adoptado el mismo mensaje exitista en la gestión, cargada de buenas noticias y de datos grandilocuentes.
La semana pasada fue la estimación de ingresos de hasta 6.000 millones de dólares por los 1,7 TCF que faltan de entregar a Brasil y que se han acordado entregar en la adenda. Ni Víctor Hugo Zamora ni nadie, claro, quiere explicar cuál es la base de cálculo, ahora que el barril ha vuelto a los fatídicos 30 dólares y la OPEP ha perdido su funcionalidad en el control de precios ante el avance del fracking.
Similitudes se dan también en los proyectos de riesgo. El Ministerio ha dejado para el siguiente Gobierno la decisión sobre Tariquía, lo que en la práctica supone mantener la espada de Damócles sobre la Reserva Natural. Además, ha presentado con las mismas fanfarrias que usaría el exministro Luis Alberto Sánchez el proyecto de exploración no convencional en Miraflores (fracking) subordinando el riesgo ambiental a los 600 TCF que se estiman – Made in Sánchez – hay en el lugar.
Zamora, como Sánchez, insiste en el “exportar, exportar, exportar” hasta el punto de mofarse de los industriales que aspiran a usar gas nacional a precio interno o recomendar a las cementeras que busquen formas alternativas de energía.
La última ha sido el informe de que en el Jaguar X6 se habían sobrepasado los 5.000 metros de profundidad, como si fuera sinónimo de éxito. El pozo va a cumplir dos años de perforación en mayo y las estimaciones preveían que a finales de 2018 ya hubiera resultados… La historia se parece demasiado a esa de Boyuy, donde batió records con casi 8.000 metros de profundidad… pero no encontró nada.