“El equipo del pueblo”
Perversa costumbre la que se va a asentando en Tarija de elegir a la autoridad electa como Presidente del club deportivo representativo de la región en cuestión.



Normalmente llega invitado tan pronto los involucrados levantan las manos, habitualmente asediados por la carga económica que supone mantener equipos semiprofesionalizados, que son incapaces de competir en taquillas con la TV cable pirata por la que corretean los Cristianos Ronaldos y Leos Messis. El deporte en Bolivia, desde el punto de vista económico, es ruinoso y todos lo saben. O hay mecenas o no da. Lo de entrar en la directiva es simple y llanamente una forma de aceptar que pondrás dinero cuando se requiera. Y se requerirá.No es moda, pues viene de largo, pero en los últimos años se cuentan al alcalde de El Valle con Ciclón, al subgobernador de Bermejo Never Vega que a punto estuvo de meter al Atlético en la Liga, Ferrufino en Entre Ríos, Marcial Rengifo se involucró con Petrolero cuando era Ejecutivo seccional, hoy José Quecaña es presidente siendo subgobernador. Muchos señalaron a Adrián Oliva y Rodrigo Paz por “no ayudar” a Ciclón en la liga, con un doble sentido absoluto. El propio Ministro de Gobierno Carlos Romero es el presidente de Sport Boys y se encuentra en el medio de la vorágine futbolera profesional…Ruíz, Vega, Ferrufino, Rengifo, Quecaña y Romero tienen al menos dos cosas en común: Que no nacieron en familias millonarias y que sus sueldos son públicos. Cualquiera con conocimientos matemáticos de primaria es consciente de que los números no dan.Es cierto que el fútbol dejó de ser deporte para ser espectáculo, que quien más quien menos sigue sus noticias, que muchas ciudades se conocen en función de su éxito futbolístico y que un triunfo o una catástrofe da visibilidad mundial. No hay duda que petrolero del Chaco pondría en el mapa sus capitales en el caso de jugar, por ejemplo, una Libertadores con éxito. Un lujo quizá demasiado caro, pero que debe ser, sobre todo, transparente.