Candidato
Nunca como hoy un aymara se ufana de ser candidato de la Embajada de Estados Unidos. Ésta, que bien puede ser una estrategia de posicionamiento de la conocida personalidad del mediático diputado, es una muestra del retorno de la política colonial..



Aceptar abiertamente que un representante del pueblo, en este caso aymara, se reúna con personeros de la Embajada de Estados Unidos para hablar de política es por un lado el reconocimiento de la injerencia norteamericana en nuestro Estado, define la cualidad de dependencia que tiene este representante, que, entre otras cosas, había negado con vehemencia sus contactos telefónicos con la Embajada de EEUU en momentos de conflicto interno.La declaración del diputado opositor pone hoy en evidencia la intervención norteamericana en asuntos internos y, como ya se denunció, la existencia de un proceso de desgaste del actual Gobierno.Coincidentemente con estas declaraciones hace su presentación pública el grupo político Fuerza Ciudadana, compuesto por afines al diputado que se ocuparon de reemplazar la voluntad de los indígenas del Tipnis con una clara posición de colonialismo ecológico.Son todos ellos, desde el adenista Diego Ayo, quien se inventó datos para su librito cuestionado del Fondioc, pasando por un tal Andrés Torres, de la misma línea, un tal Illya Fortún, que destila veneno cada vez que escribe en Página Siete, el cada vez desquiciado Iván Arias, un actor de teatro que se torció ideológicamente, Luis Bredrow y una tal Fernanda Wanderley, que creo que nadie la conoce.Todos éstos hacen un grupículo intrascendente como recambio de la fallida organización que fue la Nueva Oposición (NO), principal activista contra Evo Morales en el referéndum del 21 de febrero.Las aguas se van aclarando y eso es bueno. Siempre se había dicho que en un escenario de protagonismo indígena-originario-campesino la oposición (léase la Embajada de EEUU) buscaría un rival de igual extracción que el actual mandatario, con el propósito de dividir la actual unidad de los cinco movimientos sociales indígena-campesino-originarios más importantes del actual proceso de cambio.El llamado “Golpe Suave” está en marcha, esto no es ninguna novedad, lo nuevo está en que esta estrategia ahora cuenta con una punta de lanza, que es el diputado conocido por sus desafíos a diestra y siniestra, sus declaraciones grandilocuentes y su lenguaje especulativo sin igual. Su reciente declaración sirvió para defenestrar a su propio promotor para ser diputado, y otro aliado caído en desgracia por no representar políticamente a nadie.La pregunta pertinente es: ¿cómo hemos llegado al punto de afirmación colonial de un aymara, cuando el eje del proceso actual es la descolonización? Ver nuevamente a una persona solicitando el aval de una Embajada, muy conocida por ser la causante de mil desgracias en el mundo, debe llevarnos a una reflexión profunda respecto del retorno de las viejas políticas de sumisiones y dependencias, que fueron los cimientos de nuestra tragedia económica y social.Mientras todos nos encontramos en un proceso de valorar nuestra identidad como potencia generadora de futuro, existen otros personajes que prefieren ser colonizados y subsumidos en el proyecto imperial. Históricamente esta conducta es conocida como de ‘Felipillo’, es decir, estar al servicio de los colonizadores.De aquí en adelante ya sabemos quién está detrás de cada acusación, diatriba, desafío, declaración que realice este diputado, ya no puede ocultar la mano que maneja los hilos que lo mantienen en la actividad política.Fondos, asesores, estrategias seguramente ya han sido programadas para promocionar a este singular ‘aymara boy’, que, rompiendo la lógica comunitaria, tiene un proyecto muy personal, como el de cualquier neoliberal que se precie amigo de la ‘Embajada’.Son tiempos interesantes, sin duda, el Norte probando su fuerza colonizadora y conspiradora, y el Sur resistiendo en unos casos y en otros, como el nuestro, decididamente obligado a la ofensiva hacia dentro y hacia afuera.
*Es escritor e historiador potosino.