Vergüenza fiscal
El caso Mariscal se cerró, aunque esa palabra no vaya a salir nunca de la boca de los responsables de la frustrada investigación. ¿No hay responsables? Ni siquiera una prueba con la que sentar a alguien en el banquillo. Dos largos y duros años para nada. Pero sí hay responsables.



El caso Mariscal se cerró, aunque esa palabra no vaya a salir nunca de la boca de los responsables de la frustrada investigación. ¿No hay responsables? Ni siquiera una prueba con la que sentar a alguien en el banquillo. Dos largos y duros años para nada. Pero sí hay responsables.