Nuevas elecciones en la Universidad pública de Tarija: UAJMS, nueva carrera al precipicio
Hasta fin de mes se deben presentar las candidaturas para ocupar el Rectorado de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) de Tarija luego del intento fallido de 2015 que dejó un hediondo olor a corrupción e incompetencia.



En esta oportunidad, el tufo que emana la Casa Superior de Estudios de Tarija se mezcla con la promiscuidad. En varios foros ya se ha situado al Ingeniero Alberto Yurquina como segundo de Eduardo Cortez, mientras quien fuera entonces su segunda, Shirley Gamboa, se acomodaría ahora como candidata a vicerrectora haciendo dupla con Gonzalo Gandarillas. Por recordar, Cortez ganó en primera y en segunda vuelta pero sin las mayorías necesarias para derrotar a Gandarillas. Cortez contaba entonces, aunque lo negaba, con la protección de todo el aparato del Rector saliente, Marcelo Hoyos y de paso fue bautizado como el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) mientras que Gandarillas, también lo niega, era el candidato de las hordas autonomistas apoyadas más o menos por la Gobernación. El encono no fue menor, Gandarillas y Cortez agotaron todas las instancias hasta que el Tribunal Constitucional Plurinacional concedió convocar unas nuevas elecciones tal como dijo un por demás corrupto Comité Electoral nada más acabar el conteo pero que, con el tiempo y al parecer, los dólares, fue cambiando de opinión. Cortez llegó a posesionarse en un acto en el Teatro de la Cultura a puerta semicerrada. Ese día asumió que si el TCP le negaba abandonaría. Así lo hizo en diciembre. Por el camino los estudiantes de la UAJMS tiraron a la basura un semestre que dicen luego recuperaron en tiempo record con navidades y carnavales por el medio. ¿Hay alguna garantía de que esto no vuelva a pasar?Por el momento se ha modificado el reglamento de elecciones. Y se ha complicado aún más. Si la elección de 2015 se complicó por ese artículo que señala que se debe ganar el estamento estudiantil y el docente, sin medias ponderadas que valgan ahora se le suma la necesidad de superar el voto en blanco que contará como un representante más a la hora de contar el 51% de la victoria. Es posible que hasta el día de la elección se lean cosas diferentes, se reinterprete lo escrito, se borre… Pero el fiasco está servido. ¿Pude la UAJMS permitirse otro fracaso?