El alcalde (no) toma partido
Después de 15 años en la profesión, la despedida del alcalde Óscar Montes Barzón no parece fácil. Después de 15 años al pie del cañón, en los que ha conocido y compartido a todos sin excepción, en los que ha medido y calculado casi todos los días de los tres lustros y en los que se ha...



Montes no se ha caracterizado por ser un alcalde lenguaraz, pero cuando ha sacado la lengua a pasear ha sido mordaz y hasta destructivo en ocasiones. Esta campaña la ve de palco, aunque los suyos sigan en carrera para resguardar la alcaldía, sabe que las cosas cambiarán. Montes se retira por decisión propia, pero obligado por los ribetes de la gestión y la batalla despiadada por el poder. Seguramente una jubilación anticipada no planificada. A medida que se acerca el día del adiós, Montes se siente más en forma. Se le vio durante la catástrofe en el campesino desplegando todas sus capacidades políticas y ejecutivas acumuladas durante años de ejercicio. Y durante la semana posterior se dio al sentido del humor e incluso aprovechó para mandar recaditos a uno y otro bando, defendiendo la coherencia política, crucificando advenedizos y criticando a oportunistas de uno y otro lado.Montes presentó sus propias encuestas electorales reconociendo una ventaja sustancial de uno de sus archirrivales, Adrián Oliva, sobre sus verdugos del MAS, en Cercado; pero eso dista todavía de ser una toma de partido.Montes ya no se casa con nadie, casi ni con los suyos, porque el capital político que atesora es suyo. En cinco años de gestión puede pasar de todo; desde una revolución, la aceleración del post - evismo, el retorno al mar o que Tarija sea elegida sede de la Unasur. De todo. Lo que no parece claro es que Montes se vaya a jubilar para siempre.