Cuaresma y pasión entre susurros presidenciales
El martes, de albahaca, amaneció Carlos Cabrera como candidato del MAS a la Gobernación de Tarija y el miércoles, de ceniza, se fue a dormir Pablo Canedo con la misión de ratificar lo que dice la única encuesta pública hasta el momento; que el MAS tiene las de ganar en las elecciones del 29...
El video de Evo Morales desde el remoto Chapare anunciando que estaba buscando nuevo candidato en Tarija luego de que la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Wilma Velasco le confirmara que Cabrera había sido inhabilitado circuló como la espuma carnavalera agitando la pesadilla. Cabrera no sabía nada, el TED no se había pronunciado, pero la maquinaria del aparato político más hegemónico desde los tiempos de gloria del MNR estaba en marcha para buscarle un reemplazo. 36 horas después, cientos de rumores, varias declinaciones y alguna que otra puñalada, había nuevo candidato.Cualquier teoría política considera de Perogrullo que los aparatos partidarios se arman para ganar elecciones. Es el punto sencillo de todo esto. Ningún candidato debería presentarse para perder o empatar. También para ganar se presentan aquellos partidos minoritarios que saben que pueden conseguir un escaño decisivo o un apoyo fundamental para una segunda vuelta. Algunos lo hacen para imponer algún determinado punto de su agenda política en la agenda hegemónica (mantener la falla Ivoca en disputa entre chaqueños y entrerrianos, por ejemplo) aunque la mayoría lo hace a cambio de una pega más o menos de nivel.En el MAS no cabe otro objetivo que la victoria y para ello puede subordinar muchos aliados, tipo PAN, pero no al contrario. El pragmatismo se ha impuesto ahora como método para alcanzar esos objetivos, a diferencia de lo que fue en otros tiempos, como en la Guerra del Gas, donde el MAS se abrazó a lo ideológico frente a la posibilidad pactista de alcanzar el poder un par de años antes. Los resultados son elocuentes.El susurro y JudasLa designación de Pablo Canedo ha sorprendido tanto que cuatro días después aún no se puede discernir con claridad si los que susurraron su nombre al presidente Evo Morales son los mismos que susurraron el de Cabrera meses antes o los que susurraron para bajarlo “ya nomás”, o el de los que pecharon por no llegar ni siquiera a inscribirlo.La cuaresma es tiempo de reflexión, pero en el caso de Canedo parece se convertirá en una sucesión de jueves de pasión camino al Calvario. Las redes sociales echaban humo en el primero de estos jueves y los opositores se regodeaban en la plaza Luis de Fuentes metiendo el dedo en la llaga de la incoherencia. La única duda es si el presidente Evo Morales conocía o no el videíto de marras con el himno oficioso de Tarija a ritmo de blues o sí Judas ya obró y el presidente lo anda buscando, porque entre el resto no había dudas de que existía, y de que saldría a la luz; sobre todo entre los que últimamente parece susurran más de cerca al oído del presidente. La oposición, sin querer queriendo, o al menos una gran parte, acusa a Canedo de ser uno de los suyos cambiando de rumbo. Pecado mortal, al parecer, que no se mide de la misma forma en todos los casos a pesar de lo habitual en estas latitudes.Tanto Luis Alfaro como Adrián Oliva y Aluida Vilte, han hecho un camino parecido al que, dicen, ha hecho Canedo. Es más, Alfaro, Oliva y Vilte militaban fervientemente en unas siglas que no dudaron en abandonar para alcanzar sus objetivos. Alfaro y Vilte, en su legítimo derecho, han abandonado el partido de gobierno para defender personalmente un ideal que consideran traicionado. Ambos han puesto su nombre por delante en Tarija Para Todos y el Frente Para la Victoria respectivamente. También Oliva rompió amarras con Camino al Cambio provocando el enésimo terremoto político en la oposición; formó su propia agrupación fortaleciéndose y cuatro meses después se sentó a negociar con sus ex compañeros, incluso con algunos a los que criticó duramente, para en una posición de fuerza e independencia hacerse con el timón del barco de la oposición.Canedo canta.Ya para las nacionales del 12 de octubre el MAS había articulado el discurso de las puertas abiertas para sumar y ensayado el recibimiento de antiguos enemigos en sus filas donde Roberto Ruíz forma parte de los ejemplos sonados. Lo dijo Evo, lo dijo García Linera, lo dijo Walter Chávez y hasta Hugo Moldiz y se evidenció con los Ignacio Soruco, Milcíades Peñaloza, Nelly Lenz y tantos otros en los puestos de salida. Canedo es uno más en la lista de nuevos fichajes que en estas elecciones están en el tablero: Rodrigo Ibáñez (alcaldía de Cercado), Delfor Burgos (alcaldía de Bermejo), Carlos Brú (alcaldía de Yacuiba), Álvaro Ruíz (alcaldía de Uriondo), etc, etc. Cabrera estaba ganando, dijo Ipsos para ATB y La Razón, con su reputación rampante a pesar de haber casi un tercio de indecisos. Cabrera hizo una campaña larga y a pulmón en 2010 que lo dejó a 5 puntos de Mario Cossío firmando el mejor resultado del MAS - Tarija hasta la fecha (lo de Evo es otra historia). Se esperaba un golpe de efecto por algún lado. Con Cabrera fuera de juego el que ha entrado en pleno en campaña es el presidente Evo Morales que el viernes ya dejó claro que recorrerá el departamento no solo para presentar al desconocido Pablo Canedo sino para dejar bien sentado quienes son sus candidatos en el departamento de Tarija, en lo que supuso una aceptación del pulso ofrecido por Luis Alfaro y su discurso del proceso de cambio auténtico. Hubo golpe de efecto, lo que no está tan claro es quien se ha anotado el tanto. Empieza la cuaresma.
Departamento clave: Tarija
Enl departamento de Tarija tiene algo de simbólico y mucho de estratégico en esta nueva contienda electoral a la que los frentes se aproximan. Ganar Tarija es algo más que ganar el departamento más rico del país ahora que nos abocamos al debate del pacto fiscal y es algo más que ganar el territorio que produce el 80 por ciento del gas del país. Para el MAS, ganar Tarija es, incluso más que el reto de ganar en Santa Cruz, comprobar si es posible adaptar su propuesta de partido-Estado hegemónico a cualquier territorio o por el contrario, existen alternativas por fuera del poder. Ni siquiera se habla tanto de la ideología como del concepto de gestión.En Tarija votan aproximadamente 46000 campesinos, 15.000 industriales, 22000 obreros de la construcción, 35.000 gremiales y 10.000 personas dedicadas a la venta de comida además de 14000 transportistas. También votarán unos 9.000 funcionarios públicos administrativos y de diferentes cargos y otros tantos docentes junto a algo más de 6.000 personas dedicadas a la salud. También acudirán a las urnas unas 5000 personas dedicadas al servicio doméstico y más de 43.000 personas dedicadas a otras actividades profesionales y de servicios según los datos del censo de 2012.En Cercado votarán 150.000 personas, en el Chaco 100.000 y en Arce más de 35.000. En Méndez serán unas 21.000 personas, en Avilés más de 12.000 y en O´Connor serán algo más de 11.000.Tarija se ha convertido en un paraíso cada vez más diverso y, al contrario de lo que se afirma todavía en muchos foros, más abierto. Se ha convertido en un campo de pruebas de diverso calado en la que se ensayan fórmulas endogámicas y exógenas con la misma intensidad pero que se sujetan a un examen determinante. La victoria o la derrota.La elección en Tarija está más abierta que nunca, tanto en lo departamental como en las principales ciudades. De los resultados dependerá no solo el nuevo autoconocimiento del tarijeño, más maduro, sino también emergerá un nuevo discurso con vocación nacional.
“Oliva no da, Lino tampoco”
Aonalistas, asesores, operadores… tanto tiempo esperando la carrera electoral y las teorías siguen manejándose más a ojo que con criterio, sobre todo entre el Movimiento Al Socialismo (MAS). Las dos teorías que han antecedido el relevo de Carlos Cabrera han sido que “Oliva no da” y que “Lino tampoco”. Con la primera, se sustentaría la elección enfocada en que la principal batalla electoral se va a dar en la capital tarijeña y principalmente en los barrios del centro y el primer ensanche; en los 65.000 votantes que viven desde Senac hasta los barrios por dentro de la Circunvalación. La teoría insiste en que los otros 80.000 votantes de la periferia y rural de Cercado votarán militante y mayoritariamente por el MAS independientemente de quien sea el candidato. Esa teoría, determinando el campo de pelea en unas pocas cuadras céntricas, confía también en que los barones territoriales, muchos de ellos también atraídos al aparato oficialista luego de ser electos con otras siglas, como Carlos Brú en Yacuiba, Never Vega en Bermejo o Álvaro Ruíz en Uriondo, serán capaces de convencer a los suyos en que no voten por Adrián Oliva.La otra teoría, cargada de prejuicios cada vez más asentados en el partido oficialista, considera que la gestión de Lino Condori ha resultado más perjudicial para el propio Luis Alfaro que para cualquiera que pueda representar al MAS en Tarija. Sumar nuevos nichos de votantes se ha convertido en la obsesión del partido oficialista. Los resultados de las elecciones nacionales, además, han contribuido a distorsionar la realidad, al considerar que se ganó la circunscripción del centro de Tarija (actual 40 y ex 45) a pesar de que esta se dividió y fusionó con la provincia Méndez. El resultado global mostró que Evo Morales ganó pero sin avanzar una décima respecto a 2009 (51%) y que los uninominales tampoco.De momento, a lo que parece que no hay miedo, es a perder votación entre sus bases a pesar de los discursos críticos que han lanzado varios militantes de base hacia la “nueva generación” de masistas que gobiernan el partido.