Desastres naturales
Angustia en Texas: la inundación deja al menos 70 muertos
Una crecida de ocho metros del río Guadalupe arrasó un campamento y varias comunidades; movilizan toda la ayuda posible



Las lluvias cayeron con una fuerza devastadora. La madrugada del viernes el cielo descargó en tan solo unas horas una tromba de agua equivalente a casi la mitad de la precipitación anual del condado de Kerr, en el centro-sur de Texas. Las inundaciones dejaron al menos 70 muertos, entre ellos 21 niños, y decenas de desaparecidos, según el balance provisional de las autoridades locales. Se trata de un suceso sin precedentes en el último siglo en la zona, una región eminentemente rural a unos 100 kilómetros de San Antonio, donde estaba instalado un campamento de verano que hospedaba a 750 niñas. Una de ellas falleció y una decena aún no han sido localizadas.
El grupo de menores fue sorprendido por las lluvias mientras pasaban unos días en Camp Mystic, a orillas del río Guadalupe. El río se desbordó tras una vertiginosa crecida de ocho metros en menos de una hora. La madre de Janie Hunt, de nueve años, confirmó a CNN en la mañana de este sábado que su hija había sido hallada sin vida. Horas antes, la mujer había manifestado que estaba rezando para encontrarla con vida. Los padres del resto de las niñas en paradero desconocido comenzaron a publicar fotografías en las redes sociales con la esperanza de conseguir información.
Las autoridades aseguraron desde el primer momento que habían puesto en marcha un operativo de búsqueda a larga escala. “Haremos todo lo humanamente posible [para encontrarlas], revisando cada árbol, removiendo cada piedra, lo que sea necesario”, afirmó el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, a las familias de las menores.
Las tormentas, que han sido descritas como “catastróficas”, han dejado un saldo parcial de más de 30 fallecidos. El sheriff local, Larry Leitha, informó de que al menos 24 de estas personas perdieron la vida en el condado de Kerr, y otra en el condado aledaño de Kendall. El general mayor Thomas Suelzer, al frente de la Guardia Nacional de Texas, aseguró que los equipos de rescate trabajaron durante toda la noche del sábado, y que hasta el momento han sido rescatadas y evacuadas más de 850 personas de las áreas inundadas. La mayoría fueron atendidas y trasladas en helicóptero, aunque también hay equipos de nadadores especializados desplegados en la zona. El legislador Chip Roy, representante del distrito, aseguró que unos 1.000 efectivos locales, estatales y federales, están colaborando en las tareas de búsqueda.
En la noche del viernes, el gobernador del Estado, el republicano Greg Abbott, firmó una declaración de desastre para asegurar que “los funcionarios locales tengan los recursos para seguir respondiendo a las inundaciones”, según comunicó en su cuenta de X. “Texas no se detendrá ante nada para garantizar que se dé cuenta completa de cada persona desaparecida”, escribió.
El presidente Donald Trump prometió el envío de ayuda federal y calificó los hechos como “una situación terrible”. Asimismo, escribió en sus redes sociales que acompaña con sus oraciones a “todas las familias afectadas por esta terrible tragedia”. “Nuestros valientes socorristas están en el lugar haciendo lo que mejor saben hacer. ¡Que Dios bendiga a las familias y a Texas!”, añadió.