Alarma en Perú por minería ilegal de cobre
El Gobierno peruano reconoció por primera vez la existencia de una operación informal de cobre a gran escala en terrenos de la mina Las Bambas, de la compañía china MMG.



El Gobierno de Dina Boluarte admitió por primera vez la existencia de una operación informal de cobre a gran escala, encendiendo las alarmas en un sector estratégico para la economía nacional.
La declaración fue hecha por el ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, quien advirtió que esta minería artesanal de alto volumen se desarrolla en zonas donde existen concesiones formales activas como la mina Las Bambas, operada por la empresa china MMG.
La zona en cuestión alberga a la comunidad indígena de Pamputa, que explota una mina informal conocida como Apu Chunta.
Según datos confirmados por el Gobierno peruano, la operación produciría alrededor de 30.000 toneladas métricas de cobre al año, un volumen valorizado en cerca de USD 300 millones a precios actuales.
Sin embargo, aunque la comunidad es propietaria del terreno, los derechos sobre el mineral pertenecen a Las Bambas, lo que ha generado un conflicto latente que podría intensificarse en los próximos años, ya que la empresa planea abrir una mina a cielo abierto en esa misma área.
Crecimiento informal
El reconocimiento oficial marca un punto de inflexión en la política minera peruana. El Gobierno teme que los elevados precios del cobre incentiven la proliferación de este tipo de explotaciones ilegales en otras regiones, afectando la estabilidad del sector y debilitando la gobernanza sobre los recursos naturales. Montero calificó esta operación como “la mayor producción no formal de cobre detectada hasta la fecha”.
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El fenómeno no es aislado pues otras empresas del sector han reportado interferencias similares. Proyectos de exploración de compañías como Southern Copper Corp., First Quantum Minerals y Teck Resources Ltd. también han sido invadidos por mineros informales. Además, la disputa gira en torno al uso de tierras y la titularidad de los derechos de explotación, un problema histórico que aún carece de una solución integral.
Pese al avance de la minería informal, la actividad formal en Perú mantiene un ritmo positivo en escalas que no pueden ser medidas con la misma regla, por ejemplo, Según el ministerio de Energía y Minas, la inversión en este sector en los primeros cuatro meses de 2025 ascendió a USD1.443 millones, lo que representa un crecimiento interanual del 7,3%.
Por otro lado, el rubro de exploración, particularmente dinámico, alcanzó los USD 215 millones, con un alza del 48,9% respecto al mismo período de 2024.