Enemigos irreconciliables
Trump fustiga al Gobernador de California por los incendios
Con los focos de fuego todavía activos y las rachas de viento amenazando, el presidente electo llevó el asunto al terreno político



El peligro de los incendios en Los Ángeles, que por ahora se han cobrado 16 muertos y otros tantos desaparecidos, se mantiene muy alto. A pesar de los avances, la previsión de fuertes vientos para las próximas horas supone una enorme preocupación para los equipos de extinción, mientras 105.000 vecinos siguen evacuados de sus casas.
Este monstruoso fenómeno natural cuenta con varios frentes de fuego sobre el terreno y otro muy activo en los despachos, donde no todos reman en la misma dirección.
Donald Trump, que no ha tenido ni un ápice de compasión, ha usado la tragedia para sacar rédito político atacando a California, estado demócrata e insumiso frente al próximo presidente.
“No creo que la desinformación o la información errónea nos beneficie o ayude a ninguno de nosotros”, replicó este domingo el gobernador Gavin Newson. De esta manera reaccionó al desprecio de Trump, que a las pocas horas de empezar los incendios acusó a Newson –le llamó Newscum, escoria– de incompetencia grave, sostuvo que todo era culpa del gobernador y pidió su dimisión.
El conflicto viene de lejos. En su primer mandato, Trump ya retuvo fondos destinados a otros desastrosos incendios, sin bien luego los desbloqueó.
Más reciente, el próximo presidente arremetió contra el gobernador por convocar una sesión legislativa extraordinaria, pocos días después de su victoria en noviembre, para definir al estado como baluarte contra la agenda de los republicanos.
Por una coincidencia, el presidente Joe Biden se hallaba en California el pasado miércoles cuando se inició esta tragedia. Newson de inmediato logró que Biden se comprometiera a abonar con fondos federales el 100% del coste del siniestro.
Pero sus días están contados y en una semana Trump entrará de nuevo en la Casa Blanca. En sus manos estará la ayuda para paliar un desastre que hasta ahora ha destruido más de 12.500 estructuras con un coste económico por las pérdidas de 50.000 millones de dólares, según cálculos preliminares.
En este último caso, el arrebato de Trump, en el que incluyó castigado a Biden y a la alcaldesa de Los Angeles, Karen Bass, se produjo por la supuesta negativa de Newson a una ley de restauración del agua, que habría permitido tener mayor cantidad de líquido para paliar las llamas, aunque eso es falso, remarcaron las autoridades.