Tensión en Oriente próximo
Israel ataca el Líbano y dinamita diálogo de paz
Al menos diez personas de una familia fueron asesinadas mientras las negociaciones en Doha encallan ante el escepticismo de las partes. Hamás y la milicia chií Hezbollah adoptan posiciones duras
Al menos diez personas fueron asesinadas en un bombardeo israelí a pocos kilómetros de Nabatieh, en el sur de Líbano. El ataque, uno de los más mortíferos desde que se inició la guerra el pasado octubre, se produjo a la una de la madrugada local y tenía como objetivo un edificio en una zona industrial. Todo esto en medio de unas negociaciones para una tregua que, efectivamente, se han complicado.
Según informó el medio libanés Orient Le Jour, la explosión alcanzó las casas vecinas, donde residían diversas familias sirias. Nueve personas murieron a causa del impacto, entre ellas una mujer y sus dos hijos, y otras cinco resultaron heridas, informó el ministerio de Salud libanés. Otro hombre falleció pocas horas después y otras dos personas se encuentran aún en estado grave. Todas las víctimas eran de nacionalidad siria.
Por su parte, el ejército israelí reivindicó el ataque en su canal de Telegram, donde aseguró que la fuerza aérea había atacado un almacén de armas de la milicia chií Hezbollah “en el área de Nabatieh”, situada a unos 12 km de la frontera con Israel. Reconocieron también haber atacado dos “edificios militares” más en los pueblos de Maroun al Ras y Aita al Shaab, a unos 50 kilómetros más al sur.
La ofensiva llega después de que Hezbollah publicara ayer un vídeo en sus redes sociales donde mostraban su red de túneles construida a lo largo de la frontera libanesa. En las imágenes, diversos motoristas recorrían kilómetros de pasillos lo suficientemente anchos como para transportar armamento pesado. Además, el grupo enseñó cómo realiza el lanzamiento de cohetes desde plataformas subterráneas.
El grupo armado libanés abrió un frente contra Israel en el sector fronterizo para apoyar Hamas, en guerra contra Israel en Gaza desde el 7 de octubre. Desde entonces, ha habido intercambios de disparos casi a diario entre la formación libanesa y el ejército israelí. En total, Israel, Hizbulah y otros grupos armados en Líbano han intercambiado al menos 8.533 ataques a lo largo de la frontera desde el inicio del conflicto hasta el 31 de julio, según los datos del Armed Conflict Location and Event Data Project.
La violencia se intensificó con la muerte a finales de julio del líder militar de Hezbolá, asesinado en un ataque israelí en Beirut, la víspera del asesinato en Teherán del líder de Hamas, atribuido a Israel por Irán y sus aliados. Irán y Hezbollah han amenazado a Israel con represalias.
Más de diez meses de violencia han dejado al menos 579 muertos en Líbano con este nuevo ataque, la mayoría combatientes de Hezbollah pero también al menos 121 civiles, según un recuento de la AFP. En Israel y los altos del Golán ocupados, 22 soldados y 26 civiles murieron por disparos de cohetes y misiles desde el Líbano, según las autoridades israelíes.
La matanza continúa en Gaza
Por otro lado, al menos 15 palestinos, todos ellos de una misma familia, han muerto este sábado y decenas de personas se encuentran heridas tras un ataque israelí en la localidad de Zawayda, en el centro de Gaza, según ha podido confirmar la agencia de noticias palestina WAFA. Desde que estallara el conflicto el pasado 7 de octubre por la masacre de Hamas, que mató a 1.200 israelíes, las fuerzas militares hebreas han asesinado en la franja a más de 40.000 palestinos, muchos de ellos niños y mujeres.
Todo esto solo tres días después de que iniciara en Doha, la capital de Qatar, las negociaciones destinadas a conseguir un alto en fuego permanente en Gaza que fuera acompañado de un intercambio de rehenes. En las conversaciones participan Qatar, que actúa como anfitrión y vocero encubierto del gran ausente, que es Hamás, Egipto, Estados Unidos e Israel, que ha enviado al encuentro al jefe de la inteligencia israelí, David Barnea, entre otros miembros del equipo negociador.
El diálogo comenzó con mucho escepticismo sobre la verdadera voluntad de Natanyahu, como ha quedado en evidencia, y la tensión ante un probable ataque de Irán a Israel que al cierre de esta edición no había sucedido.