Conmoción en EE.UU.: disparan contra Donald Trump y lo hieren en un acto de campaña
El expresidente quedó herido en una oreja luego de que se escucharon disparos durante un acto de campaña en el estado de Pensilvania; el Servicio Secreto lo sacó del escenario y su vocero dijo que “está bien”
La campaña presidencial en Estados Unidos quedó conmocionada y teñida por la violencia luego de que una persona disparó varias veces un arma en un acto del expresidente, Donald Trump, quien se tomó una oreja y fue rápidamente protegido por agentes del Servicio Secreto, que lo sacaron del escenario en medio de una escena caótica. Con una oreja ensangrentada, Trump se fue rodeado por los agentes con un puño en alto. “¡Luchen!¡Luchen!”, pareció decirle a la multitud.
Uno de sus voceros, Steven Cheung, dijo que Trump “está bien” y es atendido en un centro médico.
“El presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los socorristas por su rápida acción durante este acto atroz”, dijo el portavoz de Trump, Steven Cheung, en un comunicado.
“Está bien y está siendo examinado en un centro médico local. Más detalles seguirán”, agregó.
La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden “recibió un informe inicial sobre el incidente”.
Trump le hablaba a a una multitud en un acto de campaña en Butler, Pensilvania, y mostraba un gráfico con los cruces de inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos cuando se escucharon varios disparos. Trump, quien usaba una de gorra roja con su slogan “Make America Great Again”, se tomó una oreja y se agachó mientras varios agentes del Servicio Secreto corrieron a protegerlo.
Unos segundos después, Trump se puso de pie, ya sin su gorra, despeinado y ensangrentado, y dejó el escenario rodeado por los agentes.
El tiroteo conmocionó a Estados Unidos en el arranque de la campaña presidencial. Trump había quedado en un segundo plano en las últimas semanas, cuando la atención mediática estuvo casi exclusivamente sobre el presidente, Joe Biden, la crisis de su campaña, su cruzada para salvar su candidatura y las divisiones a cielo abierto entre los demócratas.
Pero el acto de campaña de Trump en Pensilvania era el prólogo de una semana de enorme importancia para su campaña: a partir del lunes, los republicanos se reúnen en Milwaukee, Wisconsin, para coronarlo una vez más como su candidato presidencial en la Convención Nacional Republicana, que por tercera vez consecutiva será un verdadero Trumpfest, una congregación más acorde a la de un culto con devoción infinita por su líder que a un partido político. Antes de la convención, Trump tenía previsto revelar a su compañero de fórmula, la decisión más crítica que debe tomar antes de la elección presidencial del 5 de noviembre.
Todo quedó ahora trastocado de una manera impensada por un ataque del que todavía se desconocen todos los detalles, incluido la identidad del agresor y sus motivos.
El ataque ocurrió en un momento de la campaña en la cual Trump parecía notablemente fortalecido, posicionado como el favorito para ganar la elección contra el presidente, Joe Biden, y regresar a la Casa Blanca para un segundo mandato.