Conflicto en oposición y el Gobierno
Misión de la OEA llegó a Perú para evaluar crisis política
Las bancadas legislativas de oposición advirtieron que lo que pueda determinar el Consejo Permanente de la OEA a partir de la misión enviada, no es de cumplimiento obligatorio
Una misión de la OEA llegó este domingo a Perú a evaluar la crisis política, en la perspectiva de que la vieja organización interponga sus buenos oficios en el conflicto entre el Gobierno y la oposición parlamentaria.
El vocero de la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA), Eladio Loizaga, en una breve declaración se limitó a citar su mensaje en video de ayer, en el sentido que la misión conversará mañana y el martes “con todos”.
El mensaje, sin embargo, indicó que ello no sería posible, por lo cual recibirá otros testimonios a distancia y tiene previsto dialogar con el Gobierno, el Parlamento y el Poder Judicial, así como con otros representantes del Estado, los partidos, instituciones y religiones.
“Golpe de Estado”
La misión llegó tras un pedido del Gobierno peruano que lo consideró necesario ante una grave crisis política que atribuye a la hostilidad permanente opositora y a la puesta en marcha, según el Ejecutivo, de un golpe de Estado de nuevo tipo.
La oposición, conducida por la derecha extrema y que maneja al Congreso, admite que quiere deponer al presidente Pedro Castillo por acusaciones de corrupción, objetivo que ha planteado desde días antes de asumir el mandatario, en julio de 2021.
Con ese objetivo, ha planteado dos mociones parlamentarias para vacarlo (destituirlo), sin lograrlo, y actualmente apela a su mayoría para activar otras vías constitucionales y terminar con el Gobierno asumido hace 17 meses.
Seguidores de Castillo manifestaron que actuaran en defensa del actual mandatario peruano.
Las bancadas legislativas de oposición han advertido que lo que pueda determinar el Consejo Permanente de la OEA a partir de la misión enviada, no es de cumplimiento obligatorio y se niega a dialogar con el Gobierno con fines de distensión y gobernabilidad, uno de los objetivos de los visitantes.
Aunque el mensaje de Loizaga incluyó promesas de imparcialidad, analistas políticos y legisladores de izquierda advierten por otra parte la posibilidad de que la Organización de Estados Americanos, reedite sus antecedentes de hostilidad a gobiernos progresistas.