Golpe de Estado en Burkina Faso: militares anuncian la toma del poder tras informes de atentado contra el presidente y detención de varios ministros
Previamente, los efectivos protagonizaran motines en varios cuarteles, exigiendo la destitución de la cúpula militar del país y "medios apropiados" para la lucha contra los yihadistas
Oficiales del Ejército de Burkina Faso anunciaron este lunes que tomaron el poder, mientras que el presidente Roch Marc Christian Kaboré fue depuesto, el Gobierno y la Asamblea Nacional fueron disueltos, la Constitución fue suspendida y se cerraron las fronteras del país.
En una declaración televisada, los militares afirmaron que el Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR), una entidad desconocida hasta ahora, "que incluye a todas las secciones del Ejército, ha decidido poner fin al cargo del presidente Kaboré en el día de hoy". Además, detallaron que la toma de posesión se había llevado a cabo sin violencia y entre las causas del levantamiento señalaron el deterioro de la situación de seguridad en el país y lo que describieron como la "incapacidad" del mandatario para unir a la nación y responder eficazmente a los desafíos que enfrenta.
Previamente, unas fuentes comunicaron este lunes fuentes a AFP, que el presidente de Burkina Faso fue retenido por soldados amotinados en un campamento militar después de que se produjeran la noche del pasado domingo fuertes disparos cerca de su residencia, ubicada en la capital del país, Uagadugú.
"El presidente Kaboré, el jefe del Parlamento y los ministros están efectivamente en manos de los soldados" en el cuartel de Sangoule Lamizana en Uagadugú, detalló una fuente de seguridad, y otra confirmó el arresto. De acuerdo con el portal LSi Africa, la familia del mandatario abandonó el territorio burkinés.
Por su parte, el partido Movimiento Popular para el Progreso (MPP) reveló que Kaboré ha sobrevivido a un "intento de asesinato" y que su residencia privada ha sido desalojada. Agregó que lo que empezó como un motín se está convirtiendo en un golpe de estado, con las emisoras de radio y televisión nacionales "ocupadas".