Marcha del 15N
Oposición en Cuba denuncia amenazas
"Mi casa amaneció sitiada por una turba y gente que se hace pasar por pueblo. Estamos viviendo días muy feos", dijo Yunior García Aguilera, el principal referente de Archipiélago, el heterogéneo colectivo disidente que llamó a los ciudadanos de Cuba a manifestarse pacíficamente el 15-N. La marcha cívica, convocada para reclamar el lunes la libertad de los presos del último estallido social del 11-J y una apertura política, ha sido prohibida. El Gobierno la asocia con un plan de desestabilización tramado en Estados Unidos. García Aguilera ha negado cualquier vinculación con Washington. La calle donde se encuentra su casa, dijo Patrick Oppmann, corresponsal de la CNN en La Habana, ha sido cerrada por la policía. El dramaturgo se proponía este domingo salir por su cuenta a la calle, vestido de blanco y con una rosa del mismo color. "Ni siquiera eso están dispuestos a permitir". A través de su cuenta de Facebook llamó a la población a aplaudir a las 15 horas del domingo.
Los simpatizantes del Gobierno salieron este domingo a respaldar al presidente Miguel Díaz Canel, quien se tomó fotos con ellos en el Parque Central capitalino. García Aguilera subrayó que ese "privilegio" no alcanza a los que disienten. El Partido Comunista ha decidido impedir este lunes una manifestación de descontento como la que sacudió a la isla el pasado 11 de julio. Archipiélago aseguró días atrás que sus integrantes han recibido fuertes presiones para desistir de la protesta y que simpatizantes del colectivo han recibido amenazas en sus trabajos. A su vez, ha sido arrestada una de sus moderadoras en las redes sociales, Daniela Rojo. El lunes no es un día cualquiera en Cuba. Comienzan las actividades educativas y se abren las puertas al turismo internacional después de los meses de parálisis del sector por la pandemia.