Irán se aleja cada vez más del acuerdo nuclear
Irán ha aumentado la actividad en su instalación nuclear subterránea de Fordow, informó el miércoles la televisión estatal, una decisión que, según Francia, mostró por primera vez de forma explícita que Teherán planea abandonar el acuerdo nuclear que firmó en 2015 con las potencias...
Irán ha aumentado la actividad en su instalación nuclear subterránea de Fordow, informó el miércoles la televisión estatal, una decisión que, según Francia, mostró por primera vez de forma explícita que Teherán planea abandonar el acuerdo nuclear que firmó en 2015 con las potencias mundiales.
En otra decisión que también podría agravar las tensiones entre Irán y Occidente, diplomáticos dijeron que la república islámica retuvo brevemente a una inspectora del órgano supervisor nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y le privó de sus documentos de viaje, una situación que fue descrita por algunos como acoso.
El incidente en el que estuvo implicada la inspectora del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) pareció ser el primero de este tipo desde el histórico acuerdo nuclear, que impuso restricciones a su programa de enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
La decisión iraní de empezar a inyectar gas de uranio en las centrifugadoras de Fordow -algo que distancia aún más a Teherán del acuerdo- fue descrita por Moscú como algo extremadamente alarmante. Irán ocultó Fordow una vez al OIEA hasta que fue descubierta por espías occidentales en 2009.
“Con la presencia de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica, Irán empezó a inyectar gas (de uranio) en las centrifugadoras de Fordow”, señaló la televisión.
Un objetivo central del pacto era ampliar desde 2-3 meses a un año el tiempo que necesitaría la República Islámica para elaborar un arma nuclear, si es que optara por hacerlo. Irán siempre ha negado tener tal intención.
El acuerdo de 2015 prohíbe que Fordow produzca material nuclear. Sin embargo, con la inyección de gas en sus centrifugadoras, la instalación -construida dentro de una montaña- pasará de su estado permitido de sitio de investigación a convertirse en planta nuclear activa.
Un portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Behrouz Kamalvandi, dijo más tarde a la televisión estatal que la inyección de gas de uranio comenzaría a medianoche (2030 GMT). Según indicó, las centrifugadoras enriquecerán el uranio hasta una pureza fisible del 4,5%, por debajo del umbral del 90% requerido para lograr un grado de armas nucleares.
El presidente de Irán, Hassan Rouhani, uno de los arquitectos del pacto de 2015, culpó a Washington de la marcha atrás dada por su país a sus compromisos, asegurando que Fordow reanudará pronto los trabajos de enriquecimiento de uranio.
“Hoy comienza el cuarto paso de Irán en la reducción de sus compromisos bajo el JCPOA (siglas en inglés del Plan de Acción Integral Conjunto firmado en 2015) al inyectar gas a 1.044 centrifugadoras. Gracias a la política de Estados Unidos y sus aliados, Fordow volverá a estar pronto en plena operación”, tuiteó Rouhani.
El año pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró del acuerdo, al considerarlo favorable a Irán. Desde entonces, Washington ha renovado e intensificado sus sanciones, recortando en más de un 80% las ventas de crudo de Irán, vitales para su economía.
En otra decisión que también podría agravar las tensiones entre Irán y Occidente, diplomáticos dijeron que la república islámica retuvo brevemente a una inspectora del órgano supervisor nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y le privó de sus documentos de viaje, una situación que fue descrita por algunos como acoso.
El incidente en el que estuvo implicada la inspectora del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) pareció ser el primero de este tipo desde el histórico acuerdo nuclear, que impuso restricciones a su programa de enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
La decisión iraní de empezar a inyectar gas de uranio en las centrifugadoras de Fordow -algo que distancia aún más a Teherán del acuerdo- fue descrita por Moscú como algo extremadamente alarmante. Irán ocultó Fordow una vez al OIEA hasta que fue descubierta por espías occidentales en 2009.
“Con la presencia de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica, Irán empezó a inyectar gas (de uranio) en las centrifugadoras de Fordow”, señaló la televisión.
Un objetivo central del pacto era ampliar desde 2-3 meses a un año el tiempo que necesitaría la República Islámica para elaborar un arma nuclear, si es que optara por hacerlo. Irán siempre ha negado tener tal intención.
El acuerdo de 2015 prohíbe que Fordow produzca material nuclear. Sin embargo, con la inyección de gas en sus centrifugadoras, la instalación -construida dentro de una montaña- pasará de su estado permitido de sitio de investigación a convertirse en planta nuclear activa.
Un portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Behrouz Kamalvandi, dijo más tarde a la televisión estatal que la inyección de gas de uranio comenzaría a medianoche (2030 GMT). Según indicó, las centrifugadoras enriquecerán el uranio hasta una pureza fisible del 4,5%, por debajo del umbral del 90% requerido para lograr un grado de armas nucleares.
El presidente de Irán, Hassan Rouhani, uno de los arquitectos del pacto de 2015, culpó a Washington de la marcha atrás dada por su país a sus compromisos, asegurando que Fordow reanudará pronto los trabajos de enriquecimiento de uranio.
“Hoy comienza el cuarto paso de Irán en la reducción de sus compromisos bajo el JCPOA (siglas en inglés del Plan de Acción Integral Conjunto firmado en 2015) al inyectar gas a 1.044 centrifugadoras. Gracias a la política de Estados Unidos y sus aliados, Fordow volverá a estar pronto en plena operación”, tuiteó Rouhani.
El año pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró del acuerdo, al considerarlo favorable a Irán. Desde entonces, Washington ha renovado e intensificado sus sanciones, recortando en más de un 80% las ventas de crudo de Irán, vitales para su economía.