El legado feminista de Frida Kahlo sigue vivo
Los amantes del arte pictórico como herramienta revolucionaria de transformación social, recordaron ayer sábado el natalicio 112 de la emblemática pintora mexicana Frida Kahlo, ícono del feminismo latinoamericano y mundial. Sus magníficas obras comunican el amor y la pasión con que Frida...



Los amantes del arte pictórico como herramienta revolucionaria de transformación social, recordaron ayer sábado el natalicio 112 de la emblemática pintora mexicana Frida Kahlo, ícono del feminismo latinoamericano y mundial.
Sus magníficas obras comunican el amor y la pasión con que Frida disfrutó su vida cargada de emociones fantásticas. Se atrevió a romper estereotipos sociales que para los años 30 y 40 era una praxis profundamente revolucionaria. Para la artista mexicana la objetividad dialéctica fue su fuerza filosófica para entender el dinamismo social, político y económico de la sociedad.
Para los grupos feministas, la artista es símbolo de ejemplo y rebeldía, sus obras dieron protagonismo a mujeres reprimidas y sometidas a los comportamientos impuestos de la época. Asimismo, aludía sin tapujos a sus deseos sexuales, la liberación de su género, el tratamiento de tabúes en torno de la menstruación, la maternidad y el aborto.
Sus sentimientos revolucionarios eran compatibles con los de su esposo, el pintorDiego Rivera, quien admiraba en demasía la reivindicación feminista de Frida. Ambos fueron militantes del Partido Comunista mexicano, consideraban que la base para la construcción del socialismo es el sentimiento amoroso en las responsabilidades y la des-cosificación de cualquier ser humano, especialmente de la mujer.
Sus magníficas obras comunican el amor y la pasión con que Frida disfrutó su vida cargada de emociones fantásticas. Se atrevió a romper estereotipos sociales que para los años 30 y 40 era una praxis profundamente revolucionaria. Para la artista mexicana la objetividad dialéctica fue su fuerza filosófica para entender el dinamismo social, político y económico de la sociedad.
Para los grupos feministas, la artista es símbolo de ejemplo y rebeldía, sus obras dieron protagonismo a mujeres reprimidas y sometidas a los comportamientos impuestos de la época. Asimismo, aludía sin tapujos a sus deseos sexuales, la liberación de su género, el tratamiento de tabúes en torno de la menstruación, la maternidad y el aborto.
Sus sentimientos revolucionarios eran compatibles con los de su esposo, el pintorDiego Rivera, quien admiraba en demasía la reivindicación feminista de Frida. Ambos fueron militantes del Partido Comunista mexicano, consideraban que la base para la construcción del socialismo es el sentimiento amoroso en las responsabilidades y la des-cosificación de cualquier ser humano, especialmente de la mujer.