Sánchez vence y necesita alianzas más allá del partido de Iglesias
El PSOE ha vuelto a ganar 11 años después unas elecciones generales, pero se quedaría a 11 escaños de alcanzar la mayoría con Unidas Podemos con el 94,79% escrutado. El temor a una nueva suma de las derechas como la de Andalucía se disipaba en el arranque de la noche electoral: Pedro...
El PSOE ha vuelto a ganar 11 años después unas elecciones generales, pero se quedaría a 11 escaños de alcanzar la mayoría con Unidas Podemos con el 94,79% escrutado. El temor a una nueva suma de las derechas como la de Andalucía se disipaba en el arranque de la noche electoral: Pedro Sánchez se quedaba cerca de la mayoría absoluta en el Congreso con los apoyos de Podemos y del PNV, aunque en los cuarteles generales de los partidos se vaticina una larga noche. El pinchazo del partido de Carles Puigdemont, el PDeCAT, dejaría en una posición clave a ERC a no ser que, en un giro imprevisto, Ciudadanos levantase el veto al PSOE.
La “amplia mayoría parlamentaria” a la que los socialistas han apelado durante la campaña electoral les sitúa en torno a los 123 diputados según los primeros datos oficiales. Pese al ascenso en 40 escaños, los socialistas están en el filo de poder sumar con Unidas Podemos y PNV, aunque podrían depender de los secesionistas.
“Probablemente esta sea una buena noche para este gran partido”, fue la primera valoración que, a través de su vicesecretaria general, Adriana Lastra, realizó el PSOE. La número dos del partido en el Gobierno destacó la “altísima participación”, superior al 75% —en 2016 fue del 66,5%—, una movilización que para los socialistas significa que la democracia española “es fuerte”.
Antes de que Sánchez anunciase el adelanto electoral —el pasado 15 de febrero—, en La Moncloa y en Ferraz se pusieron precisamente como reto los 130 escaños y una participación por encima del 70%. Desde ese día se han repetido las reuniones en las que el objetivo que se ponían algunos de los principales cerebros del partido en el Gobierno eran los 140 diputados.
Uno de los mayores temores de los socialistas era una desmovilización como la que les hizo perder la Junta de Andalucía tras 36 años de Gobiernos ininterrumpidos. La obsesión era conseguir una participación sin precedentes desde la Gran Recesión de 2008, captando el voto de abstencionistas, nuevos votantes y desencantados de Unidas Podemos y Ciudadanos (Cs). La última semana de campaña el candidato del PSOE concentró su atención en los 800.000 indecisos entre los socialistas y Cs.
La “amplia mayoría parlamentaria” a la que los socialistas han apelado durante la campaña electoral les sitúa en torno a los 123 diputados según los primeros datos oficiales. Pese al ascenso en 40 escaños, los socialistas están en el filo de poder sumar con Unidas Podemos y PNV, aunque podrían depender de los secesionistas.
“Probablemente esta sea una buena noche para este gran partido”, fue la primera valoración que, a través de su vicesecretaria general, Adriana Lastra, realizó el PSOE. La número dos del partido en el Gobierno destacó la “altísima participación”, superior al 75% —en 2016 fue del 66,5%—, una movilización que para los socialistas significa que la democracia española “es fuerte”.
Antes de que Sánchez anunciase el adelanto electoral —el pasado 15 de febrero—, en La Moncloa y en Ferraz se pusieron precisamente como reto los 130 escaños y una participación por encima del 70%. Desde ese día se han repetido las reuniones en las que el objetivo que se ponían algunos de los principales cerebros del partido en el Gobierno eran los 140 diputados.
Uno de los mayores temores de los socialistas era una desmovilización como la que les hizo perder la Junta de Andalucía tras 36 años de Gobiernos ininterrumpidos. La obsesión era conseguir una participación sin precedentes desde la Gran Recesión de 2008, captando el voto de abstencionistas, nuevos votantes y desencantados de Unidas Podemos y Ciudadanos (Cs). La última semana de campaña el candidato del PSOE concentró su atención en los 800.000 indecisos entre los socialistas y Cs.