Fujimorismo cumple 29 años en su peor momento en Perú
El partido Fuerza Popular (FP) cumplió nueve años de fundado y 29 de vigencia del movimiento en su peor momento, con su líder, el ex presidente Alberto Fujimori, y su hija Keiko, en la cárcel. Fujimori padre volvió el mes pasado a prisión tras anularse un indulto que lo liberó en 2017,...
El partido Fuerza Popular (FP) cumplió nueve años de fundado y 29 de vigencia del movimiento en su peor momento, con su líder, el ex presidente Alberto Fujimori, y su hija Keiko, en la cárcel.
Fujimori padre volvió el mes pasado a prisión tras anularse un indulto que lo liberó en 2017, para seguir purgando una larga pena por crímenes de lesa humanidad y corrupción, mientras la hija cumplió ayer cinco meses en prisión preventiva por posible lavado de activos.
La dirigencia partidaria conmemoró el aniversario de la fundación, el 9 de marzo de 1989, del partido Cambio 90, al que Fujimori cambió de nombre en cada nueva elección, hasta que en 2010 su heredera política tomó el nombre actual de Fuerza Popular.
Al frente de Cambio 90, Fujimori fue electo presidente en 1990 al derrotar en forma contundente y contra todo pronóstico, al conservador novelista Mario Vargas Llosa, al frente de una coalición de fuerzas neoliberales.
Fujimori proyectó una imagen de independencia y frugalidad frente a la opulencia del bloque de Vargas Llosa, se presentó como una alternativa al ‘shock’ neoliberal que ofrecía en su campaña y que era rechazado por sectores populares, que apoyaron al postulante de ancestros japoneses.
Sin embargo, a poco de llegar al gobierno Fujimori olvidó sus promesas de campaña, eliminó casi todos los subsidios sociales y controles de precios, privatizó la gran mayoría de las empresas estatales y aplicó otras medidas a favor de empresas extranjeras.
Si bien estabilizó la economía tras un período de hiperinflación previo, durante el primer gobierno de Alan García, lo hizo con un elevado costo social de cientos de miles de despedidos de la administración pública y las empresas privadas.
Durante su gobierno, igualmente, derrotó a los grupos armados, con métodos de guerra sucia como secuestros, torturas y asesinatos, por los que Fujimori fue condenado a 25 años de cárcel.
Con medidas populistas y prebendales, logró hacerse reelegir en 1995 y en 2000, en esta última elección con acusaciones de fraude, aunque el deterioro de la economía y el desgaste del gobierno, junto a las denuncias de corrupción y violaciones de derechos humanos, acentuaron el descontento y la revelación de que sobornaba opositores para que lo apoyen hizo su situación insostenible.
En noviembre de 2000 aprovechó un viaje a una reunión internacional en Brunei para fugarse del país, trasladarse a Japón y renunciar a distancia, tras lo cual emprendió el retorno en noviembre de 2006, vía Chile, donde fue detenido y extraditado al año siguiente para su juzgamiento.
Keiko Fujimori tomó la posta y fue derrotada dos veces en su intento de ser elegida presidente, mediante campañas con grandes recursos y prebendas, en 2011 y 2016, pese a ser favorita de las encuestas y debido a las grandes resistencias sociales al fujimorismo.
Presión preventiva
Actualmente cumple una prisión preventiva de hasta 18 meses por una investigación del ministerio público por lavado de activos mediante el ocultamiento de fondos electorales recibidos de la empresa brasileña Odebrecht y alega ser inocente.
Fujimori padre volvió el mes pasado a prisión tras anularse un indulto que lo liberó en 2017, para seguir purgando una larga pena por crímenes de lesa humanidad y corrupción, mientras la hija cumplió ayer cinco meses en prisión preventiva por posible lavado de activos.
La dirigencia partidaria conmemoró el aniversario de la fundación, el 9 de marzo de 1989, del partido Cambio 90, al que Fujimori cambió de nombre en cada nueva elección, hasta que en 2010 su heredera política tomó el nombre actual de Fuerza Popular.
Al frente de Cambio 90, Fujimori fue electo presidente en 1990 al derrotar en forma contundente y contra todo pronóstico, al conservador novelista Mario Vargas Llosa, al frente de una coalición de fuerzas neoliberales.
Fujimori proyectó una imagen de independencia y frugalidad frente a la opulencia del bloque de Vargas Llosa, se presentó como una alternativa al ‘shock’ neoliberal que ofrecía en su campaña y que era rechazado por sectores populares, que apoyaron al postulante de ancestros japoneses.
Sin embargo, a poco de llegar al gobierno Fujimori olvidó sus promesas de campaña, eliminó casi todos los subsidios sociales y controles de precios, privatizó la gran mayoría de las empresas estatales y aplicó otras medidas a favor de empresas extranjeras.
Si bien estabilizó la economía tras un período de hiperinflación previo, durante el primer gobierno de Alan García, lo hizo con un elevado costo social de cientos de miles de despedidos de la administración pública y las empresas privadas.
Durante su gobierno, igualmente, derrotó a los grupos armados, con métodos de guerra sucia como secuestros, torturas y asesinatos, por los que Fujimori fue condenado a 25 años de cárcel.
Con medidas populistas y prebendales, logró hacerse reelegir en 1995 y en 2000, en esta última elección con acusaciones de fraude, aunque el deterioro de la economía y el desgaste del gobierno, junto a las denuncias de corrupción y violaciones de derechos humanos, acentuaron el descontento y la revelación de que sobornaba opositores para que lo apoyen hizo su situación insostenible.
En noviembre de 2000 aprovechó un viaje a una reunión internacional en Brunei para fugarse del país, trasladarse a Japón y renunciar a distancia, tras lo cual emprendió el retorno en noviembre de 2006, vía Chile, donde fue detenido y extraditado al año siguiente para su juzgamiento.
Keiko Fujimori tomó la posta y fue derrotada dos veces en su intento de ser elegida presidente, mediante campañas con grandes recursos y prebendas, en 2011 y 2016, pese a ser favorita de las encuestas y debido a las grandes resistencias sociales al fujimorismo.
Presión preventiva
Actualmente cumple una prisión preventiva de hasta 18 meses por una investigación del ministerio público por lavado de activos mediante el ocultamiento de fondos electorales recibidos de la empresa brasileña Odebrecht y alega ser inocente.