Brasil: Juez imputa a Lula y Rousseff por corrupción
El Partido de los Trabajadores (PT) se enfrenta a la denuncia más ambiciosa que haya visto en estos últimos y turbulentos años. Un juez de Brasilia ha imputado a buena parte de su cúpula política, incluyendo a los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, acusada de ser el...



El Partido de los Trabajadores (PT) se enfrenta a la denuncia más ambiciosa que haya visto en estos últimos y turbulentos años. Un juez de Brasilia ha imputado a buena parte de su cúpula política, incluyendo a los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, acusada de ser el centro de todas las corruptelas de la petrolera Petrobras.
El PT queda, así, en la denuncia, como principal autor del mayor esquema de desvío y lavado de fondos públicos en la historia reciente de Brasil, el caso Petrobras. Y con tan amplia acusación como base, la denuncia calcula que los imputados recibieron un total de 1.500 millones de reales (342 millones de euros) en sobornos.
El caso Petrobras se investiga desde hace cuatro años y ha provocado encarcelamientos en todos los partidos políticos veteranos de Brasil, ninguno tan sonado como el de Lula da Silva el pasado abril. Sobre el ex presidente pesan además otros cinco procesos que todavía aguardan sentencia, algunos dentro del caso Petrobras. Esta denuncia sería el sexto proceso, pero uno inusual en tanto que Lula no es el protagonista absoluto.
Está también su sucesora en la presidencia, Dilma Rousseff, y la presidenta del PT, Gleisi Hoffman, junto con los principales barones del partido: Antonio Palocci, que fue ministro de Hacienda con Lula (y que, al igual que el ex presidente, ya está preso por otras sentencias), y otro ministro de Hacienda, Guido Mantega. También están Paulo Bernardes y Edinho Silva, ambos ex ministros de Comunicación de Gobiernos del PT, y João Vaccari Neto, extesorero del partido.
La denuncia fue presentada en septiembre de 2017 por la Fiscalía General y estuvo parada hasta que el Supremo decidió, a principios de mes, que debía seguir en manos del juez Vallisney de Souza. El PT es ahora un blanco muy distinto del que era entonces. La derrota en las presidenciales del mes pasado, su peor resultado en más de 15 años, ha conllevado la pérdida de buena parte de los feudos que lo convirtieron en uno de los partidos más influyentes de toda América Latina. Y todavía está por ver el verdadero alcance de estos malos tiempos.
El PT queda, así, en la denuncia, como principal autor del mayor esquema de desvío y lavado de fondos públicos en la historia reciente de Brasil, el caso Petrobras. Y con tan amplia acusación como base, la denuncia calcula que los imputados recibieron un total de 1.500 millones de reales (342 millones de euros) en sobornos.
El caso Petrobras se investiga desde hace cuatro años y ha provocado encarcelamientos en todos los partidos políticos veteranos de Brasil, ninguno tan sonado como el de Lula da Silva el pasado abril. Sobre el ex presidente pesan además otros cinco procesos que todavía aguardan sentencia, algunos dentro del caso Petrobras. Esta denuncia sería el sexto proceso, pero uno inusual en tanto que Lula no es el protagonista absoluto.
Está también su sucesora en la presidencia, Dilma Rousseff, y la presidenta del PT, Gleisi Hoffman, junto con los principales barones del partido: Antonio Palocci, que fue ministro de Hacienda con Lula (y que, al igual que el ex presidente, ya está preso por otras sentencias), y otro ministro de Hacienda, Guido Mantega. También están Paulo Bernardes y Edinho Silva, ambos ex ministros de Comunicación de Gobiernos del PT, y João Vaccari Neto, extesorero del partido.
La denuncia fue presentada en septiembre de 2017 por la Fiscalía General y estuvo parada hasta que el Supremo decidió, a principios de mes, que debía seguir en manos del juez Vallisney de Souza. El PT es ahora un blanco muy distinto del que era entonces. La derrota en las presidenciales del mes pasado, su peor resultado en más de 15 años, ha conllevado la pérdida de buena parte de los feudos que lo convirtieron en uno de los partidos más influyentes de toda América Latina. Y todavía está por ver el verdadero alcance de estos malos tiempos.